Atarse al timón alemán

El nuevo ministro de Economía, Román Escolano, apoyó ayer en Bruselas una propuesta de reforma de la zona euro más próxima a la posición alemana que a la que ha venido defendiendo incluso el propio gobierno de Rajoy. Todo el mundo admite en la Unión Europea que es necesario introducir cambios relevantes para completar aspectos del funcionamiento del euro que quedaron pendientes cuando fue creado. Esas deficiencias pusieron en peligro la moneda cuando llegó la gran crisis y no será posible afrontar otra, estiman los expertos, sin esos requisitos aplazados. La duda es la velocidad con la que hay que adoptar esos cambios y el alcance sobre todo de las reformas fiscales. Hasta ahora, los llamados países del sur, España incluida, defendían la existencia de eurobonos. La necesidad de que el Banco Central Europeo incluyera, como la Reserva Federal de Estados Unidos, entre sus objetivos el control del desempleo, no solo de la inflación y un presupuesto especial para la zona euro. Todo eso ha desaparecido del análisis que entregó ayer en Bruselas el ministro Escolano. Una cosa es aceptar que se trata de una batalla muy difícil y otra retirarse del campo. Y la mejor batalla el Gobierno español parece haber renunciado a cualquier protagonismo europeo y preferir atarse al timón alemán. Ojalá no esté a la vista ninguna otra crisis capaz de poner a prueba esta elección