Plano, plano, plano. Y Ciudadanos aplaude

Pues nada, ahí tienen ustedes a Ángel Garrido en la presidencia de la

Comunidad madrileña, que Rajoy, en la mejor versión de Rajoy, ha

decidido no decidir y ha optado por el que tenía más a mano, que no es

cosa de buscarse complicaciones. Elección plana, que va a obligar al

Gobierno de la capital a pasar un año en punto muerto, doce meses que se

van a perder en el piélago de la insustancialidad. No me negarán ustedes

que no tiene su aquél que haya ascendido quien hasta ayer mismo aplaudía

enfervorizado las mentiras, trolas y disimulos de la ya fallecida Cistina

Cifuentes.

Conviene volver a ver los vídeos de las últimas comparecencias

de la ex presidenta estudiosa y luminosa de cutis, y observar con cuánto

aspaviento reía su ayudante de campo, el tal Garrido, todas las gracias a la

capitana. Claro que para dirigir el partido, Rajoy ha resucitado a Pío García

Escudero, que en un alarde de desprecio a cualquier norma decente, aunque

no escrita, va a dirigir ese partido, atravesado desde el tamayazo por una

veta negra de corrupción y malas prácticas, al tiempo que la presidencia del

Senado. Ya se ve que en Génova no les sobra banquillo, que han saltado al

campo un suplente y un retirado. Mientras, Ciudadanos tan contentos,

sosteniendo con remaches de acero al PP. Ante todo, regeneración.