El jabón de Alepo, una esperanza para cientos de refugiados sirios

Los ocho años de guerra en Siria han dejado centenares de miles de muertos, heridos y desplazados, pero también, de vez en cuando, nos deja iniciativas para la esperanza. Una de las últimas es la que ha impulsado la marca de cosmética de la española Letizia Buzón. Para ayudar al desarrollo, reinserción y futuro de los miles de refugiados sirios que llegan a diario a la frontera turco-siria, esta compañía ha creado allí la primera fábrica para la elaboración a mano del jabón de Alepo por los propios refugiados. Situada a 54 kilómetros de Alepo. Es un jabón muy especial, el más antiguo de la historia. La marca de cosmética se fundó en 2015 y la idea de ayudar a los refugiados de la frontera turco-siria es porque vio la difícil situación para tener una vida normalizada e integrada. El gobierno no tiene capacidad por sí solo de cubrir todas las necesidades de la población refugiada. Se necesitan proyectos empresariales, de desarrollo e integración y se les ocurrió crear esta fábrica. Se le llama «El jabon de Cleopatra», receta ancestral de hace más de dos mil años de antigüedad y con ingredientes de máxima calidad 100% naturales. Antes del comienzo de la guerra, en Siria había más de cien fábricas que lo elaboraban en Alepo. Tras estos años de conflicto, sólo dos se mantienen operativas, siendo muy difícil exportar sus productos y, por tanto, encontrar un auténtico Jabón de Alepo. Ahora además estamos exportando desde el mismo Alepo.“Queremos que los refugiados sirios tengan también la esperanza de transmitir a sus generaciones la tradición y oficio de elaborar a mano el preciado jabón de Alepo, con la misma receta”.