¿Es posible un capitalismo consciente?

Madrid

En los próximos días se celebra en Barcelona la Conferencia Europea de Capitalismo Consciente, un concepto que, en principio, nos suena a oxímoron. Así que nos preguntamos si es posible un capitalismo consciente. Y como hoy nos hemos levantado optimistas, defenderemos que sí. Que es posible un capitalismo que, sin renunciar la legítima ganancia, busque la dignidad salarial en vez de la explotación, la igualdad en vez de la discriminación, un reparto de los beneficios que estreche el abismo entre quienes más y menos cobran dentro de una empresa.

Un capitalismo que, sin rebajar la exigencia, flexibilice el trabajo, que sea consciente de lo evidente: que es imposible tener un trabajador motivado si la persona no puede ser feliz con el fruto de su trabajo y que será imposible vender lo que se produce si quien debe comprarlo apenas tiene para pagar sus facturas. Un capitalismo que produzca sin explotar el planeta y sin explotar a distancia a quienes habitan el planeta. Un modelo que quizás parezca hoy utopía pero que puede ser realidad si quienes lo alimentamos lo premiamos con nuestras opciones de consumo o de inversión, porque es difícil que detrás de un chollo se esconda dignidad, y si quienes lo manejan son conscientes de que la conciencia puede ser un negocio muy rentable.