Para que no se olvide
Esta semana que acaba nos deja algún otro tema que convendría no olvidar, por ejemplo la grosería y absoluta falta de consideración del PP respecto a la lucha contra ETA y a las víctimas del terror

Día tras día hemos hablado de Cataluña, sin duda con merecimientos más que de sobra. Pero esta semana que acaba nos deja algún otro tema que convendría no olvidar. Vamos, por ejemplo, a la grosería y absoluta falta de consideración del PP respecto a la lucha contra ETA y a las víctimas del terror. Solo el partidismo más soez y ramplón explica la ausencia de los expresidentes Aznar y Rajoy, además de la presidenta del Congreso y el del Senado, todos ellos mandamases del PP, del encuentro de Pedro Sánchez con las autoridades francesas para reconocer el trabajo conjunto de ambos países en el final de la banda terrorista. Estaban las víctimas, aquellas a las que utilizaron de manera infame, pero ellos -gente retorcida- prefirieron ausentarse. Una indecencia. Como el obispo portavoz de la Conferencia Episcopal, encantado de acoger en la catedral de la Almudena los restos de Franco. Dejemos que hablen las redes cristianas: “Queremos hacer pública esa “Otra voz de Iglesia” que se opone a que los restos de un dictador sean enterrados en un templo, no solo por violar las propias leyes vaticanas interpretando torticeramente el Derecho Canónico, sino por el grave valor simbólico de enterrar a quien causó tanto dolor y violó los derechos humanos más elementales, en connivencia con gran parte de una Iglesia y un régimen nacionalcatólico”. Para qué decir más…
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