La crónica de la realidad
El periodista Mariano Sánchez Soler habla de la importancia de dar hechos, nombres y apellidos para una visión más realista de la historia
Madrid
Con motivo del 40 aniversario de la Constitución, recuperamos a un autor y periodista que ha escrito sobre la Transición Española. Macarena Berlín y Antonio Rubio conversan con Mariano Sánchez Soler, doctor en historia, guionista y docente.
El fascismo como fenómeno
10:32
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El retrato que da Sánchez Soler de la transición no resulta muy optimista. Su trabajo deja patente que los grandes nombres de la dictadura son patrimonio también de nuestra democracia. "La transición fue salir de una dictadura, en un sistema parlamentario, un sistema democrático, sin tocar ninguna de las estructuras del Estado y sin tocar a los poderes económicos". Sánchez Soler añade que este proceso fue protagonizado por varias figuras del franquismo. "Los apellidos se han mantenido porque el capitalismo español que se forjó en la dictadura se ha mantenido en la democracia".
"Yo soy periodista, los libros que he hecho han sido libros de investigación, de datos, de buscar en las fuentes y de buscar la documentación", confiesa Sánchez Soler.
Habla de la dictadura como una época de tráfico de influencias, comparándolo con lo que ahora llamamos puertas giratorias. "Había una gran permisibilidad para hacer negocios en condiciones increíbles". Considera el periodista que los nombres, junto a los hechos, "son una de las cuestiones importantes del periodismo y de la historia, con los que se construye una visión de realidad".
A raíz de su libro Descenso a los fascismos, publicado hace dos décadas, Sánchez Soler añade que "en España había una singularidad que no se daba en otros países y es que la extrema derecha, a nivel de acción política, estaba dentro de las filas del partido único de la derecha, el PP". Habla aquí de la voz de la extrema derecha que ha ido construyendo, hasta el día de hoy, una expresión política. El periodista trata al fascismo como un fenómeno, "un fenómeno que estaba realmente en España".
Considera que "era ingenuo pensar que se habían volatilizado todos esos sectores de apoyo al franquismo por arte de magia porque había llegado el hada madrina de la democracia". Afirma que, lejos de haber desaparecido, estos sectores siguen actuando y “aplicando sus políticas”. “Lo que ahora nos sorprende es verlos aparecer públicamente”, dice.
Antonio recuerda a Kapuściński, quien decía que era importante ver el ayer para poder entender el hoy. Mariano Sánchez descarta la teorización y la filosofía en favor de "contar hechos, nombres y apellidos", para un mayor realismo de la historia. "Los hechos son los que mandan", concluye.
El periodista también ha escrito novela, además de ensayo, y afirma que se siente más cómodo como periodista, "como intermediario entre la gente y los hechos". Confiesa que en sus novelas lo que ha hecho es "contar aquellas cosas que el periodismo no podía contar". Nos habla de la diferencia entre el periodismo cotidiano y la novela: "el periodismo tiene que ir a los hechos, a los datos, y la novela nos permite reflexionar". Cuenta que él recurrió a la novela negra por ser "la novela realista, la novela que me permitió hablar de corrupción, cómo funciona el mundo del poder y del dinero".
Sánchez Soler habla de la novela realista como "la crónica de la realidad". "La novela negra te cuenta cómo funciona lo que no se ve", considera el periodista que eso es lo que caracteriza a las novelas realistas.
Tanto Sánchez Soler como otros escritores de su tiempo, apunta Antonio, fueron "narradores de un tiempo en ebullición". Por último, añade que "todos mis libros ocurren en ese tiempo, en el tiempo de la transición y de la postransición, porque yo tenía mucho contacto con esa realidad".