El hartazgo de pacientes y sanitarios con la Atención Primaria
El Ministerio de Sanidad está dispuesto a revisar un modelo que no se adapta a la nueva demografía
El hartazgo de pacientes y sanitarios con la Atención Primaria
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Madrid
El Ministerio de Sanidad trabaja en un cambio de modelo de la Atención Primaria que se adapte a la actual sociedad con una demografía distinta a los años 80 cuando se constituyó. La ministra María Luisa Carcedo se refiere a la importancia de hacerlo por la "fatiga" laboral que están sufriendo los profesionales sanitarios. Aún no hay plazos establecidos, pero se ha empezado a trabajar para dar respuesta a esta situación.
En qué consiste el plan del Ministerio
Se trata de pasar a la acción lo antes posible. Consensuar con profesionales, pacientes y comunidades un documento que relance la atención en centros de salud porque el Gobierno reconoce que los médicos están cansados, muy saturados y pesa mucho el fantasma de una nueva huelga.
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El diagnóstico no es nuevo: en algunas comunidades, un sólo médico de familia ve hasta 50 pacientes diarios de forma habitual, los médicos catalanes, andaluces o valencianos protestan porque no tienen ni 10 minutos para atender a cada uno, hay demoras en las citas de hasta 10 días y este mismo domingo los profesionales de Madrid se van a concentrar contra la decisión del gobierno regional de limitar el horario de las consultas en 14 centros a las seis y media de la tarde. Algo que, según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, incentiva el paso a la privada y deja seis millones de citas en suspenso, las de los usuarios que salen de trabajar más tarde.
Esta nueva estrategia del Ministerio debe encarar también problemas como el envejecimiento o la falta de tecnología en los centros de salud. La ministra María Luisa Carcedo reconoce que se arrastran una serie de deficiencias que, en el medio plazo, han llevado a una situación límite. "Los profesionales muestran una fatiga en el sistema y la atención primaria de salud fue la principal pagana de todos los recortes", admitía esta semana.
Relevo del 40% de los médicos que se jubilarán en la próxima década
Los cálculos que hace la Organización Médica Colegial son que unos 70.000 médicos dejarán de ejercer en estos próximos 10 años, uno de cada cuatro en Atención Primaria. El problema es que no hay nuevos médicos para garantizar ese reemplazo generacional. Para intentar resolver este embudo que se está formando ya la semana que viene el Ministerio de Sanidad va a convocar a la Comisión de Recursos Humanos para contar cuántos profesionales se van a jubilar exactamente e intentar acompasar a esas salidas del sistema el número de plazas MIR.
El próximo 2 de febrero los estudiantes de medicina se presentan al MIR y, prueba de que necesitamos médicos, es que habrá 284 plazas más que en la convocatoria pasada -6.797 plazas en 2019 frente a 6.513 en 2018-.
Paradójicamente, esta también será la prueba más disputada de los últimos 6 años porque hay más aspirantes, 15.475. Unos 8.600 se quedarán sin plaza por mucho que falten pediatras y médicos de familia así que la ministra ya ha dicho que ve con buenos ojos que los médicos en activo puedan retrasan voluntariamente su edad de jubilación y que haya incentivos económicos para quienes acepten trabajar en zonas rurales o despobladas.
¿Y qué hacemos con la saturación en urgencias?
Con la llegada de la epidemia de gripe a más de la mitad de comunidades, se saturan los servicios de urgencia por mucho que los profesionales nos recuerden que -si no hay enfermedades asociadas- el mejor tratamiento para este virus es quedarse en casa.
Hablamos de un problema estructural. La Organización Médica Colegial reconoce que uno de los grandes lastres que deja la crisis es que la mitad de los enfermos que se presentan en urgencias no han pasado antes por un centro de salud, lo que genera un embudo en el triaje y multiplica los tiempos de espera.
A esto se suma que no existe la especialidad de urgencias, por lo que cualquier médico que asista este servicio tiene que tomar decisiones vitales en cuestión de minutos sin tener una formación específica. Y la falta de profesionales, por ejemplo en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, la suplen los residentes. "Los servicios de urgencia son los que peor dotados están de profesionales de todo el Sistema Nacional de Salud", explica Tomás Toranzo, presidente de Honor de la Sociedad de Medicia de Urgencias y Emergencias (SEMES). "Están soportados en muchos casos por residentes que acaban de terminar la formación pregrado, la licenciatura, lo que añade complicaciones, iatrogenia y muchos errores", sentencia.