Contigo dentroContigo dentro
Ocio y cultura

Mitos sexuales

Deberíamos aprender a analizar cuánto de verdad hay en esos mitos en los que nos escondemos para imaginar amantes magníficos que, lo mismo, ni lo fueron

Getty Images

Madrid

No sé yo hasta qué punto estoy capacitada para desmontar mitos. Como toda hija de vecino, también tengo los míos.

Más información

Deberíamos aprender a analizar cuánto de verdad hay en esos mitos en los que nos escondemos para imaginar amantes magníficos que, lo mismo, ni lo fueron.

En esto de los mitos, también hay mucha mierda. Jamás deberíamos enamorarnos de los que nos desprecian. Menos aún de los que intentan domesticarnos. Cero pábulo a los que que se ponen una medalla por, simplemente, tratarnos bien. Como si eso, por sí solo, ya bastara. Entiendo la necesidad de tener mitos sexuales. No puedo evitar que me encanten.

Personas que se ganan a pulso que, cuando los recuerdes, hayas alimentado su existencia de todas las cosas buenas que quieres en tu vida. Mitificamos a un amante, y aunque no fuera especialmente virtuoso, lo recordamos con todas las características para hacerlo mejor que cualquiera que esté cerca.

Sin tener por qué hacerlo, ¿para qué?

¿Qué tiene que hacer la próxima persona con la que tengamos sexo para que nos guste en su justa medida? ¿Para que no necesitemos adornarlo para admitir que lo quisimos en nuestra cama?

Casi prefiero dejar de imaginar amantes que son mejores de lo que necesito. No vaya a ser que se me presente alguno de mis mitos y me dé cuenta de que lo prefiero todo mucho más vulgar. O confirme mis sospechas de que no necesito imaginar lo que puedo tener cuando quiera.

Mitos sexuales
 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00