El documental que acaba con el mito de Michael Jackson al mostrarle como un violador
Leaving Neverland ahonda en las acusaciones de abusos sexuales a menores que siempre rondaron al cantante con nuevos testimonios de dos de sus víctimas y sus familiares
El surgimiento del Me Too y la nueva ola feminista ha abierto el debate sobre si se puede o se debe salvar el arte cuando un artista ha violado, acosado o abusado sexualmente. Michael Jackson había quedado a salvo del escrutinio público, a pesar de que en estuvo acusado de abusar de menores durante años. Frente al ostracismo de Kevin Spacey -al que se borró de la última película de Ridley Scott-, o el boicot a Woody Allen, a quién Amazon ha cancelado su última película, Jackson ni siquiera había sido parte del debate. Eso ha cambiado. Este sábado se estrena en España el polémico documental Leaving Neverland que muestra testimonios de las víctimas del famoso y excéntrico cantante.
“Era la persona más amable que había conocido, que me ayudó en mi carrera, pero que abusó de mí durante siete años”, dice Wade Robson, uno de los dos testimonios que articulan este documental, dirigido por Dan Reed para HBO y que aquí puede verse en Movistar Plus. Tanto Robson, que tenía cinco años cuando conoció al cantante, como Jimmy Safechuk, la otra víctima, retratan a Michael Jackson como un depredador sexual. Los dos fueron captados de la misma manera. Niños cantantes o artistas a los que descubrió en concursos o en publicidad. Entonces empezaba a ganarse la confianza de los pequeños, pero sobre todo de los padres, obnubilados por la posibilidad de fama o de codearse con el cantante.
Michael Jackson sufrió abusos en su infancia. Después, como si no quisiera deshacerse de su niñez se construyó una casa llena de atracciones, animales y juegos, donde sus fans soñaban con entrar. Todavía hoy, diez años después de su muerte, siguen acercándose a las puertas de Neverland, nombre con el que bautizó su rancho en California, y que alude al espíritu Peterpanesco de nunca crecer. Era habitual ver al creador de éxitos como Thriller rodearse y fotografiarse con niños. Solía cambiarlos cada 12 meses. Con ellos posaban en su casa o de gira. Ellos le imitaban y se vestían y bailaban como él. La cosa se torció en 1993 cuando el padre de uno de esos niños le denunció.
Pero antes de eso, Jackson tenía un modus operandi que repetía una y otra vez. Primero conseguía que entraran en su habitación y se quedaran a solas con él, comenzaban los abusos. Las víctimas, ahora adultas, cuentan cada una de las vejaciones.
“De repente tenía todo el pene de un hombre adulto en mi boca de niño de siete años. No llegaba a eyacular, y terminaba masturbándose delante de mí”, cuenta uno de ellos.
“Me decía que me inclinara y abriera mis cachetes, luego él se masturbaba. Le gustaba que le frotara los pezones para que él acabara”, dice sin censura Jimmy, mientras su madre cuenta que una vez comenzaron los abusos ellos fueron colocados cada vez en habitaciones más lejanas a las de Jackson con excusas. Safechuck revela incluso que el cantante celebró una boda en su habitación cuando tenía 10 años hasta le regaló un anillo.
Los padres de ambos también hablan en esta película. Cuentan como al principio acompañaban a los hijos de gira, entraban en el rancho, pero poco a poco accedían a que se quedaran solos con Jackson, incluso a que durmieran juntos. “Estuvimos de viaje por el Cañón del Colorado… solo podíamos pensar lo afortunados que éramos por entrar en su mundo, ser sus amigos”, dice una de las madres. Por su parte, los niños sentían que no estaban haciendo nada malo e incluso se sentían excluidos cuando les cambiaba por otro. Macaulay Culkin, el protagonista de Solo en casa, fue uno de ellos; sin embargo, el actor siempre ha negado que sufriera abusos.
Dividido en dos partes, que suman cuatro horas de duración, el documental, ha causado polémica entre los fans del cantante. Las dos víctimas negaron los abusos durante los juicios celebrados en los noventa. Algo habitual en las víctimas. “Me dijo que si alguna vez nos descubrían ambos acabaríamos en la cárcel”, dice Safechuck durante el documental. Aseguran que lo hicieron para salvar a Michael, para volver a ser su favorito. “Una y otra vez mi respuesta fue no. Cuando el policía me preguntaba lo único que venía a mi mente era lo que me había dicho Michael una y otra vez, que si alguien se enteraba de esto iríamos los dos a la cárcel el resto de nuestras vidas. Estaba aterrado. También estaba excitado por la idea de poder defenderle, de ser capaz de salvarle”, comenta Robson.
Leaving Neverland no solo es una sucesión de confesiones; es también la descripción del proceso que vive una víctima de abusos. Desde la negación de lo ocurrido, al sentimiento de culpa, a la ansiedad y depresión una vez que llega la aceptación y el momento de denuncia. Pero también puede verse como un espejo de cómo la fama y el talento pueden deslumbrar a millones de personas, empezando por las familias de Wade Robson y Jimmy Safechuck, que ignoraron todas las señales de lo que estaba ocurriendo, o de los trabajadores del rancho o todo el séquito que rodeaba al cantante. Deja entrever, como en los casos de Weinstein y compañía, que el abuso de poder y el deslumbramiento de la figura, en este caso del Rey del Pop, son un buen caldo de cultivo.
Michael Jackson fue exonerado en 2005, durante el último juicio al que se enfrentó por pedofilia. Sin embargo, el del año 1993 tuvo que solucionarlo pagando 25 millones de dólares a la familia de su presunta víctima. La familia del cantante trata de desacreditar los dos testimonios y ha evitado, por todos los medios que la película se estrene. Su llegada a las plataformas ya ha tenido algunas consecuencias. Varias emisoras de radio en todo el mundo han anunciado que no emitirán canciones del cantante. La serie de televisión Los Simpson ha retirado el capítulo en el que participó Michael Jackson. Ni siquiera El Rey del Pop queda fuera del intenso debate sobre la integridad moral del artista
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...