¡Viva! Suecia

Madrid

Sonaron los acordes de 'La estrella de David' de forma puntual, a las 21:45 de la noche, cuando la humedad del Manzanares comenzaba a exigir una cazadora en la entrada de La Riviera. Alberto Cantúa, Fernando Campillo, Jess Fabric y Rafa Val se desplegaron por un escenario sin ninguna floritura ambiental. Un sencillo juego de luces, entre rojos y violetas, consiguió crear el clímax buscado.

A 'La estrella de David' le siguieron 'Nadie te devolverá el favor' y, temprana, 'El nudo y la esperanza'. En el segundo bloque hubo de 'Casi Todo'; sonaron 'Palos y Piedras', 'Aprendimos a Nadar' y tuvimos a 'A dónde Ir'. Viva Suecia ha conseguido en tiempo récord algo fundamental para una banda: aglutinar a un grupo de seguidores incondicionales. El suyo no es un fenómeno cortoplacista. Sus letras dejan poso en una generación, la de los 30 en adelante, que corea letras que son escenas vitales: "Adiestramos los impulsos por comodidad", "Debería ser sencillo, y no, hablamos de animadversión, de ahora yo de luego tú", "Con los años, lejos de aprender, nos apuñalamos, nos hacemos mas extraños".

Fue precisamente en 'Los Años' cuando Rafa Val dio la bienvenida a un amigo, Juan Alberto Martínez, de Niños Mutantes. "Gente que hace de este oficio algo digno", decía Val, "porque esto que hacemos es un oficio". La gira de 'Otros Principios Fundamentales' es, además de una reinvindicación de la amistad, una reinvidicación "de la música que se hace en provincias", de la música local alejada de los grandes escenarios, a los que ellos ya pueden aspirar.

En los vises llegó el extásis con 'Piedad', 'Permiso o Perdón', 'Bien por ti' y como colofón final  'Amar el Conflicto'. Todo lo que importaba estaba en el aire de La Riviera, confeti, cervezas y banderas de Suecia. "Sois la puta hostia. Viva Madrid, viva Murcia y Viva Suecia", terminaba jaleando Rafa Val. Y a capella se unió el público a su canto. Algunos repetirán el 27 de abril en el mismo escenario.