Vuelven los socialdemócratas

La socialdemocracia ha vuelto a ganar las elecciones en Finlandia. No lo hacía desde 1999. Con Suecia, ya son dos los países escandinavos que en un semestre rompen el maleficio del ascenso del populismo ultra.

El resultado en ese pequeño y civilizado país tiene, además del perfil del ganador, otras lecturas de interés.

Primera, que la alianza gubernamental de las tres derechas según el modelo andaluz se ha estrellado estrepitosamente.

Segunda, que el partido de centro liberal, que había presidido su gobierno de coalición, se ha estrellado todavía más, al alcanzar su peor resultado desde 1919: parece como si el pacto con los ultras hubiese servido para que estos despedazasen no a los socialistas. Sino a los centristas, fíjense bien sus correligionarios de aquí, los de Ciudadanos, porque en esos abrazos del oso peligra la vida del buen liberal.

Tercera, la derrota de la última coalición derechista es una buena noticia para Europa. Era muy, muy recelosa ante cualquier avance federal europeo. Por ejemplo, militaba con la llamada Liga Hanseática (con otros nórdicos, bálticos y timoratos varios) contra un presupuesto de la eurozona y contra el seguro de desempleo europeo que España, Francia y Alemania acaban de volver a poner sobre el tapete de la discusión inmediata.

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Así que todo esto pinta un poco menos mal. Crucemos los dedos.