Auschwitz: prêt-à-porter

Madrid

Red Bubble es una plataforma online con sede en Australia que desde hace más de diez años vende camisetas, pegatinas, bolsas de tela, fundas para móviles… con diseños de artistas de todo el mundo. Es un mercado global en línea, que funciona bajo demanda y que representa, sin duda, uno de los numerosísimos ejemplos de lo que hoy identificamos con la modernidad, con la innovación. Y con el éxito empresarial, también.

Es una pena que con estas credenciales nadie haya pensado que inspirarse en Auschwitz para vender productos no es la mejor idea del mundo. Siquiera por el pequeño detalle de que ahí fueron masacrados más de un millón de seres humanos. Pero es eso justamente lo que ha ocurrido: al módico precio de 40/50 euros se pueden comprar camisetas con el dibujo de alambradas del campo de concentración, faldas decoradas con chimeneas de los hornos donde quemaban a los judíos, cojines con estampaciones en blanco y negro que recuerdan las vías del tren donde transportaban a los prisioneros como ganado… en fin.

El museo oficial de Auschwitz ha elevado una protesta y la plataforma ha respondido que lo está mirando pero que al final son los usuarios que encargan los productos quienes tienen la mayor responsabilidad. Y seguramente no le falta razón, como en aquel caso de dos turistas que se hicieron un selfie también en Auschwitz, en una habitación llena de zapatos de víctimas del holocausto. Pero en todo caso, ¿es necesario?, ¿no nos sirve de nada la historia?, ¿todo se puede banalizar? El día que vendan camisetas con un poquito de sentido común se harán millonarios o igual se arruinan. La verdad es que no lo tengo claro.