Mediación, la alternativa pacífica al embrollo judicial

Madrid

Discusiones y diferencias con la familia, en el ámbito laboral, molestias que nos causan la obra o el ruido que hace el vecino… Las dos últimas más sonadas: el gallo Maurice o el adolescente que pedía ante los juzgados una pensión a sus padres tras arrepentirse de haberse emancipado. Son situaciones que pueden acabar por exasperarnos y en algunos casos, habiéndonos o no enzarzado en una discusión, acabamos por acudir al auxilio de los tribunales. Sin embargo, desde el año 2012 tenemos a nuestra disposición una disyuntiva para resolver el conflicto por otros cauces: la mediación.

Esta rama del derecho consiste en un diálogo abierto y voluntario entre las partes, donde la figura del mediador intentará que ambas lleguen a un acuerdo que las beneficie. Ana Palomeque, directora del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio de Abogados de Madrid, explicaba las ventajas de esta negociación consensuada en La ventana: "Es un sistema voluntario, flexible, ágil y más económico que acudir a los tribunales".

La abogada explicaba la importancia de la comunicación entre los involucrados, ya que "son los protagonistas de sus acuerdos, conocedores del conflicto, no el juez. Además hay materias sobre las que sólo pueden decidir las partes".

Si los interesados finalmente no estuviesen satisfechos con el resultado, este tipo de alternativa no excluye la posibilidad de acudir a los juzgados. "El procedimiento de mediación termina en un documento que ambas partes suscriben, pero que más tarde puede aportarse en un procedimiento judicial si lo hubiese", finalizaba la letrada.