¿Y quién tiene las respuestas?

Madrid

Al contrario que le ocurría a Mario Benedetti, nosotros no tenemos las respuestas. Pero sí las preguntas. La primera: ¿hay tiempo de aquí al 23 para que Pedro Sánchez o Pablo Iglesias se caigan del burro, más que del caballo, y lleguen a algún acuerdo que haga innecesarias unas nuevas elecciones? Pocas dudas hay de que tantos días, tantas horas, podrían dar mucho de sí, incluso para acordar soluciones tan alambicadas como un gobierno de coalición con un nuevo reparto o un gobierno en solitario del PSOE con el apoyo externo de Unidas Podemos.

El problema, como todo el mundo puede ver, es que ninguno está dispuesto a ceder, no se sabe si a la espera de que el otro se despeñe en el último momento o porque han decidido que mejor que sean las urnas quienes actúen.

Pero hay una segunda pregunta: ¿Quién es el principal responsable de semejante contradiós?

Y aún falta una tercera cuestión: ¿a quién beneficiará y a quién perjudicará este fiasco en esas elecciones? Hoy hacemos un Ojo capicúa: no tenemos, lo sentimos, las respuestas.