Los cuchillos contra el Imperio Otomano
Un día como hoy pero en 1821, los griegos torturaron a prácticamente todos los turcos, incluyendo niños y ancianos.
Los cuchillos contra el Imperio Otomano
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Cuando pensamos en la Guerra de Independencia de Grecia nos vienen a la cabeza imágenes de Lord Byron y de la lucha heroica de un David contra un Goliat, o un Granada contra un Barça. Es cierto que el Imperio Otomano iba de bajada en 1821, pero seguía siendo un gigante comparado con los territorios helénicos.
La Guerra de Independencia no dejaba de ser una guerra, y, para ganarla, como siempre, se perpetraron atrocidades imperdonables. Cientos de miles de turcos llevaban siglos viviendo en territorio griego, y cuando Grecia se convirtió en un país libre, habían desaparecido.
Muchos se fueron, obligados a emigrar, pero otros muchos fueron cruelmente ejecutados. Hoy recordamos lo que sucedió en la ciudad griega de Trípoli el 23 de septiembre de 1821. Trípoli era el principal núcleo de población de los otomanos en la península del Peloponeso, y los patriotas griegos hacía semanas que la tenían sitiada. Pero ese día consiguieron por fin entrar en la ciudad. Pese a que habían negociado con la guarnición otomana albanesa su salida de la ciudad, y no quedaban prácticamente soldados en ella, los griegos entraron sin compasión.
Durante tres días, pasaron el cuchillo a prácticamente todos los turcos, incluidos mujeres, ancianos y niños. La minoría judía, que también llevaba siglos en la zona, no tuvo, para variar, mejor suerte. Muchos de ellos fueron torturados primero para que revelasen dónde tenían escondidos sus objetos de valor.
La guerra duró nueve años más, y turcos y griegos hicieron grandes esfuerzos por demostrar cuál de los dos bandos era más despiadado. La cosa acabó en empate, y el odio entre los dos países vecinos sigue siendo considerable. Y es que, como dijo Platón, “el espíritu belicoso es el peor de los males".