Los peligros de las pseudoterapias, al descubierto

Madrid

  Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, y que colabora en el Observatorio de la Organización Médica Colegial contra pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, Estuvo este domingo en SER Consumidor para presentarnos su libro “Las Pseudoterapias”.

 Uno de los objetivos de Emilio Molina es acercar a los profesionales de la medicina las distintas ramas de pseudoterapias que existen y los peligros que conllevan para que estos puedan atender con rigor las dudas de los pacientes interesados por según qué tipo de tratamiento. “Siempre me ha chocado un poco que los propios profesionales sanitarios, cuando les hablas de la enorme cantidad de charlatanes que hay, no tengan ni idea de lo que se está hablando”, expuso.

Alertó del peligro de las “sectas sanitarias” y las consecuencias que puede acarrear el paciente que se guíe por este tipo de terapias. “Existen las sectas sanitarias. No son las más predicadas, pero hay más de las que podemos pensar, sobre todo de la rama del origen emocional de la enfermedad. Estas vienen a decir que las enfermedades, normalmente el cáncer, están provocadas por algún tipo de estrés o algún problema psicosomático derivado de un conflicto emocional no resuelto”, explicó.

“El peligro y el problema está en la desinformación que en materia de salud vierten al ciudadano. Hablamos de retrasar un tratamiento, o incluso llegar a rechazarlo. O cuando alguien no tiene ningún tipo de problema de salud, convencerle de que sí lo tiene. La gente acaba entrando en una espiral de comprar a estos charlatanes todo tipo de sistemas de protección y detección que no sirven para nada”, comentó en SER Consumidor.

El vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, APETP, recordó en el programa el famoso caso de Josep Pamiés, uno de los gurús de las pseudociencias, que cuando cayó enfermo se fue a un hospital. “Como dijo un colega, se ha dado cuenta de que la planta que cura este tipo de dolencias es la planta de cardiología del hospital”

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Estos “gurús” se aprovechan de las debilidades del sistema sanitario y de la desinformación del ciudadano para atraerlo hacia sus propuestas. “Por un lado está la ignorancia de la población en temas de ciencia y de salud, temas de los que no tienen por qué saber nada, pero que confían en el buen hacer de las leyes y de los políticos que tendrían que protegerlos con las leyes sanitarias. Por otro lado está ese recelo hacia el sistema sanitario por las largas listas de espera o malas experiencias por la dejadez del sistema. Pero también de estos charlatanes que se aprovechan impunemente de esto y aumentan este recelo hacia el sistema médico para asustar a la gente”, denunció Emilio Molina.

 La nueva comunicación y las redes sociales contribuyen, según el autor, a la difusión de estas pseudoterapias. “Las redes sociales y la nueva comunicación también da alas a estos engaños. Lo fácil es encontrarse con este tipo de charlatanería cuando uno busca en redes, de forma totalmente legítima, porque tiene miedo del diagnóstico que le han dado o porque no quiere acudir al médico por alguna mala experiencia. Es fácil caer es este tipo de terapias”

Se basan en técnicas persuasivas y de manipulación mental. El escritor del libro resume los argumentos “científicos” de estas terapias en la “pirámide de la cuñada”: “A mí me funciona”, “a mi vecina le fue muy bien”, “sale en un vídeo de youtube”.

“Utilizan técnicas de manipulación mental. Si mucha gente usa algo lo entendemos como que no es malo. Medio planeta fuma y desde luego no es nada bueno”, y aunque Emilio Molina denuncia a estos “charlatanes”, cree que son pocos los que buscan realmente su propio beneficio por encima de la salud de las personas. “También hay que dejar claro que la mala gente es muy poca. Los psicópatas que se intentan aprovechar son pocos. Es más la gente con buenas intenciones a las que estos engañan primero y han conseguido convencer de que pueden curar a una persona con x cosa. También hay casos de personal sanitario con problemas mentales o que han engañado que creen realmente que estas terapias funcionan”, concluyó.