Los lugares de España donde dar a luz es una pesadilla
El caso de Alba, que parió en un hospital a 70 kilómetros de su casa: "Temía dar a luz en mitad de la autopista"
La precariedad en los servicios sanitarios que ha destapado el cierre del paritorio de Verín.
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Madrid
Esta semana es noticia la movilización ciudadana en Verín (Ourense) contra el cierre del paritorio que va a obligar a las vecinas de esa comarca a recorrer 70 kilómetros para dar a luz. A raíz de ese caso, repasamos situaciones similares que se dan en el resto de España.
Comunidad Valenciana. Ademuz, sin paritorio desde 1976
Las mujeres de la comarca de Ademuz tienen que recorrer 45 kilómetros en coche para dar a luz en Teruel. Esta comarca tiene pueblos muy pequeños que geográficamente están localizados entre Teruel y Cuenca pero que pertenecen a la provincia de Valencia, Allí no tienen paritorio desde 1976, desde entonces, las mujeres de la zona deben trasladarse 45 kilómetros por carreteras secundarias. Y este no es el único problema; desde el 15 de octubre de este año Ademuz está sin pediatra porque nadie quiere ir a cubrir las bajas ni las vacaciones. En esta zona, además, los vecinos solo se pueden poner malos de uno en uno porque solo hay una ambulancia y un médico. Si se necesitan para una emergencia el resto de vecinos se queda sin servicio.
Este problema no es tan grave en invierno, porque vive poca gente pero sí en verano, cuando estas localidades multiplican sus habitantes. Otro ejemplo se da en la comarca de Los Serranos, que es la tiene mayor distancia entre las poblaciones y sus hospitales; con más de 16.000 habitantes tienen en hospital de referencia en Lliria, a 50 kilómetros, pero ese hospital no tiene maternidad, así que las mujeres deben desplazarse hasta Valencia o Requena, con un recorrido casi 80 kilómetros.
Canarias. Recorridos de hasta 90 kilómetros
Tampoco lo tienen fácil las mujeres para dar a luz en algunos puntos de Canarias. Allí se suman dos factores: la falta de medios en las islas pequeñas, mientras que en las grandes los hospitales están en las zonas metropolitanas, lejos de los pueblos o de las ciudades más pequeñas. En la comarca norte de Tenerife hace un año y medio cerraron los paritorios de una clínica concertada por escasa demanda (tenían una media de un parto cada dos días y medio).
Desde entonces, las mujeres de la comarca han de desplazarse para dar a luz al hospital universitario de Canarias, en San Cristóbal de la Laguna... más de 70 kilómetros si vives en el último pueblo del norte de la isla, Buenavista. Y en el sur se repite la historia. Las residentes allí han de desplazarse hasta el hospital Nuestra Señora de la Candelaria cuando llega el parto. Los núcleos más alejados están a 90 kilómetros.
En Gran Canaria la situación es muy parecida a la de Tenerife; en cuanto a las islas periféricas, con frecuencia algunas mujeres suelen quedarse en casa de familiares en Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife si tienen la posibilidad cuando se acerca la fecha del parto.
El caso de Alba: "Temía dar a luz en mitad de la autopista"
Alba Reyes vive en el sur de Tenerife, a 70 kilómetros del hospital donde dio a luz: "Tardaba una hora en llegar. Tuve falsas alarmas tres veces y cada día tenía que ir y volver a mi casa. Hasta que el último día que fui las contracciones eran cada dos minutos pero me decían que volviera a casa. Me daba miedo dar a luz en mitad de la autopista, de camino, así que con mi pareja decidimos quedarnos en el aparcamiento caminando. Rompí aguas a las pocas horas". Alba dio a luz a un niño al que llamó Oliver.
Un ginecólogo alerta del riesgo para las mujeres
Jesús Grande, ginecólogo y jefe de Asistencia al Parto de uno de los grandes hospitales de Madrid, no está de acuerdo con el argumento de las autoridades gallegas de que cerraban el paritorio de Verín por "seguridad", ya que los médicos perdían pericia por la falta de partos.
"Creo que no, evidentemente cuantos más partos se practiquen más acostumbrado está el personal pero no se pierde pericia. Cuando se ha hecho una especialidad que son cuatro años es como montar en bicicleta, no se olvida. A lo mejor se puede perder actitud ante problemas más serios pero para eso están los hospitales de tercer nivel a los que se pueden derivar esos casos en los que se presuma que puede haber complicaciones". Jesús Grande cree que son excusas ante una medida que simplemente es de "ahorro de personal y dinero, pero la sanidad pública no es para ahorrar dinero, la sanidad pública cuesta dinero que tenemos que pagar todos".
El ginecólogo alerta del "riesgo que supone para las mujeres" recorrer esas distancias con dolores de parto, que incluso puede llegar a la necesidad de tener que practicar una cesárea, algo imposible en mitad de una carretera.