¿Quién fue realmente Sherlock Holmes?
¿Hubo algún personaje real que inspiró a Doyle? Sin duda, el doctor Joseph Bell (1837-1911), un famoso cirujano y profesor de la Enfermería Real de Edimburgo. De él se dice que tras echar un vistazo al aspecto y vestimenta de un paciente deducía su vida y sus costumbres. Esto impresionó a un estudiante suyo, Arthur Conan Doyle, quien admitió años más tarde que: "usé y amplié sus métodos cuando intenté crear un detective científico que resolviera los casos por sus propios méritos".
SER Historia: Sherlock Holmes (01/03/2020)
01:30:00
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Madrid
Todo aquel que fue alumno de Bell se acuerda de su perspicacia y de que era capaz de sorprender a cualquiera que le retara adivinando de dónde procedían sus pacientes solo con mirarles de arriba a abajo una sola vez: dónde vivían, en que trabajaban, cuáles eran sus gustos... Para ello observaba con detalle sus ropas, sus manos, sus gestos, sus palabras, sus expresiones y con métodos deductivos llegaba a increíbles conclusiones que luego se comprobaban que eran ciertas.
En sus Memorias y aventuras, Doyle reconoce haberse inspirado "en el viejo profesor Joe Bell, en su cara de águila, en su singular comportamiento, en su enigmático método para descubrir pormenores". Veamos cómo cuenta esta influencia:
"Bell era un hombre muy notable física y mentalmente. Enjuto, nervudo, moreno, de rostro afilado y nariz poderosa, ojos grises penetrantes, hombros angulosos y andares renqueantes. La voz, aguda y disonante. Cirujano muy mañoso, su punto fuerte era, sin embargo, el diagnóstico, y no sólo de la enfermedad sino también de la profesión y carácter del paciente. Por alguna razón que nunca he logrado adivinar, de entre el montón de estudiantes que frecuentaban sus salas me escogió a mí para ayudarle a atender a los pacientes externos, lo que significaba que yo tenía que ocuparme de darles cita, escribir notas sencillas sobre sus casos y luego hacerlos entrar, uno a uno, a la gran sala, que presidía mayestáticamente Bell en medio de una cohorte de ayudantes y alumnos. Aquello me permitió estudiar sus métodos de cerca y comprobar que él obtenía más datos del paciente con unas cuantas ojeadas que yo con mi sarta de preguntas”.
Cuando creó a Sherlock Holmes añadió a su personalidad otros aditamentos: le hizo misógino, excéntrico, cocainómano y un prototipo del flemático caballero británico. El hijo de Doyle -y también biógrafo de su padre, Adrián- afirmó que Sherlock Holmes era un desdoblamiento de su autor y que no debía su carácter a nadie más, desmarcándose así de las influencias de Joe Bell. No es descabellado suponer que, muy posiblemente, Conan Doyle además de inspirarse en este personaje real, se inspirara en otros, asimismo de carne y hueso, como el criminólogo italiano Cesare Lombroso y el policía Vidoq.
Sea como fuere, el famoso detective Sherlock Holmes fue nombrado en 2002 miembro honorífico de la Real Academia de Química. De esta manera, Holmes se ha convertido en el primer personaje del mundo de la ficción que recibe este honor, normalmente reservado a premios Nobel o prestigiosos académicos.