Vicente Esplugues: "El Palacio de Hielo se está convirtiendo en la paradoja de nuestra sociedad"
El sacerdote es uno de los 5 religiosos que ofrece el último responso a los 60-70 féretros, que cada día pasan por la primera macro morgue abierta en España por la crisis del COVID 19. Cuenta como funciona y comparte las reflexiones que le genera este enorme impacto a la sociedad, que él está viviendo en primera persona
Madrid
Ni en sus peores momentos como misionero en Camerún donde estuvo tres veranos seguidos. Ni en los entierros tras muertes violentas, que en alguna ocasión le tocó oficiar en los catorce meses que pasó en Venezuela, “ algunos de ellos, chicos muy jóvenes muertos por disparos “, se imaginó estar hoy dando responsos rodeado de entre “60 y 70 ataúdes”, y muchos menos , tener que hacerlo en España.
Vicente Esplugues ha ofrecido este fin de semana su segundo responso en el palacio de hielo de Madrid. Es uno de los 5 religiosos que desde el jueves 26 de marzo, cuando arrancó este ceremonial el obispo auxiliar de Madrid , José Cobo , fue convocado para continuar realizándolo cada día junto a otros curas que viven cerca del Palacio de Hielo y que se coordinan vía chat, “hicimos un grupo de WhatsApp entre los 5 que formamos el equipo y nos vamos turnando un día cada uno, es a las 11:00 de la mañana” explica.
Vicente Esplugues: "El Palacio de Hielo se está convirtiendo en la paradoja de nuestra sociedad"
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“Para mí lo del Palacio de Hielo se está convirtiendo en la paradoja de nuestra sociedad. Un espacio dedicado al ocio, centros comerciales, de luces de neón, la pista de hielo que normalmente acoge actividades lúdicas de pasatiempos, de deportes,patinaje, de música, de estética, de belleza, ahora está mostrando el otro lado de la realidad que es la finitud, la fragilidad, la muerte o la impotencia” reflexiona Esplugues al que le ha tocado este sábado, por segunda vez, ofrecer esa última oración ante los féretros, “ estaba de nuevo lleno” añade.
Bregado en todo tipo de situaciones y problemáticas sociales cree que la crisis sanitaria y todas sus derivadas está sacando a relucir la debilidad de nuestra sociedad ,“todo lo que estamos viviendo me pone en la situación de ver de forma sapiencial que todo lo que el ser humano ha construido, y que hemos llamado sociedad del bienestar, tiene los pies de barro. Algo que no podemos controlar como es un virus nos ha desnudado a todos de nuestras falsas seguridades ¿no? A mí en un primer momento una mirada humana sobre lo que estamos viendo me llena de miedo, inseguridad o pánico pero cuando intentas tener una mirada más reflexiva ves que nos está poniendo en nuestra verdad “ afirma en una entrevista con la Cadena SER.
Esa pista de 1800 metros cuadrados del Palacio de Hielo fue la primera de las tres macro morgues que se han tenido que habilitar en Madrid para poder responder al número de muertes que está provocando la pandemia, “al llegar hay primero un control de la policía municipal, después un furgón de la policía nacional y luego la Unidad Militar de Emergencias dentro. Ellos están todos perfectamente equipados con equipos EPI, máscaras , monos blancos etc. Y cuando accedes, los ves sobre el hielo para protegerlos con la temperatura gélida. El número exacto no lo se , pero 60-70 féretros. Voy con una actitud discreta, me aparto del bullicio, a veces hay compañeros que coinciden con mucha actividad, otros días está la cosa más calmada” detalla Vicente .
“Van llegando furgones y han tenido que habilitar otras morgues”
“Entramos, es una oración breve, de forma general, para todos los difuntos. Consiste en un responso que es una práctica que se hace habitualmente en la iglesia, en los tanatorios, en los cementerios, cuando se hacen tradicionalmente entierros y es básicamente leer la palabra de Dios y bendecir los cadáveres. El número es oscilante, van llegando furgones y creo que ya está completo y han habilitado otras morgues”, que son las del hasta ahora inutilizado edificio de la futura Ciudad de la Justicia, cerca del aeropuerto de Barajas, y el Palacio de Hielo de Majadahonda
También toman las precauciones recomendadas y a veces algún militar se les une en la oración , “nosotros vamos protegidos con guantes y mascarillas, de todas maneras, nos han dicho que ese es un espacio limpio, los féretros están sellados y que en principio no es de riesgo pero vamos protegidos. Depende muchos el momento en el que vayas, hay días que si nos han acompañado, si hay algún militar creyente nos acompaña de cerca, otras veces vamos solos” relata.
Son responsos muy diferentes porque no saben nada de quiénes eran los que yacen delante de ellos, “ es verdad que no sabemos sus biografías pero detrás de esos nombres, de hombres y mujeres que nosotros no sabemos quienes son, ni la edad, que tienen , ni el origen, lo que si que hay una certeza es que son vidas que han sido amadas y que ellos han dado mucho amor. También pedimos muchos por sus familias para que acojan esta situación desde la paz y la serenidad que da saber que son acogidos en las manos de dios. Lo hacemos de forma universal, allí habrá gente creyente y gente que no, bautizados o no, pero para nosotros eso no es lo más importante no somos una clientela fidelizada, somos humanidad “ explica Esplugues.
El grupo de 5 religiosos encargados de estos responsos están “comunicados, compartimos y nos damos ánimo porque sí que afecta ver en primera persona y de forma directa el impacto que está teniendo esta crisis en cuanto a las defunciones “ confiesa este antiguo misionero.
“Necesitamos despedirnos de los muertos, después del confinamiento hará falta juntarse y solidarizarse”
Su último mensaje es para las familias, que por las normas del confinamiento, no han podido despedirse de sus muertos,“ les diría que están teniendo un duelo inacabado , que si que hace falta que después de este tiempo de confinamiento , hace falta solidarizarse, juntarse, llorar , abrazarse , y si son religiosos que no duden en acudir a cualquier parroquia y pedir que se haga un funeral por sus difuntos. Sí que a nivel psicológico y emocional necesitamos despedirnos del cadáver. El gran dolor es ese, en este tiempo de espera hasta que el duelo se pueda expresar , hay veces que entran sentimientos de culpabilidad, si podría haber hecho más , si le dejé solo, eso en la medida de lo posible lo tenemos que evitar “ reflexiona Vicente Esplugues, al que dentro de 4 días le toca por turno volver a sentir ese frío gélido no solo de la pista de hielo sino también de todo lo que significa es lugar en este momento .