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"Lo mismo que he visto en Siria sucede ahora en Estados Unidos, España o Italia"

El doctor sirio Zaher Sahloul cree que la pandemia de coronavirus es una guerra. Desde Chicago, donde lucha contra el COVID en el hospital en el que trabaja, nos cuenta que "el sistema de salud está sobrecargado, los médicos y enfermeros se sienten desprotegidos. Todo lo que no hacemos en un contexto de paz, lo hacemos con la pandemia o en un contexto de guerra"

Punto de Fuga (18/04/2020): "Dr Zaher. De Siria a la lucha contra el coronavirus en Chicago"

Punto de Fuga (18/04/2020): "Dr Zaher. De Siria a la lucha contra el coronavirus en Chicago"

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Zaher Sahloul nunca imaginó que lo que vivió como médico en un país en guerra como Siria, su tierra natal, podría ser todavía peor en la que ahora es su casa, Chicago. Es allí donde desde su hospital está haciendo frente con todos los recursos disponibles a lo que considera "una guerra": la pandemia de COVID19.

La organización MedGlobal, de la que es presidente, presta ayuda médica a territorios azotados por las guerras o por los desastres naturales, pero curiosamente, la emergencia llega ahora desde el primer mundo. 

¿Cuál es la situación en el hospital en el que trabaja en Chicago?

Todavía tenemos a la mayoría de nuestros pacientes que ingresaron en nuestro hospital con el COVID. Básicamente, hemos tenido que transformar nuestro hospital en una gran unidad contra la pandemia. Tenemos alrededor de 230 pacientes en nuestro hospital, nuestras 50 unidades de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes del COVID, la mayoría de ellos con respiradores.

Estamos viendo que muchos de ellos tienen un mal pronóstico, especialmente los pacientes que tenían dolencias crónicas y, desafortunadamente, los afroamericanos son los que están peor que el resto lo que refleja la brecha que existe en el cuidado de la salud.

Estamos en plena ola. Estamos dedicando la mayor parte de nuestros recursos a los pacientes del COVID pero, aun así, tenemos un número limitado de equipos de protección, de enfermeros y de medicación para hacer frente a la demanda.

Es un problema similar al que tenemos en España. Tienen pocos recursos médicos, entonces...

Cuando te enfrentas a una tragedia como esta que te sobrepasa, tienes que dosificar esos recursos limitados. No hay país en el planeta que tenga recursos ilimitados. Así que en mi hospital estamos pidiendo que los equipos de protección o las máscaras se utilicen varias veces cuando antes los usábamos para cada paciente.

Luego están las cuestiones éticas que nos plantea todo esto, quiero decir, tenemos que cambiar nuestros estándares para afrontar esta crisis. Se trata, básicamente, de actuar no en función de quién viene primero o qué paciente está más grave sino quién pensamos que puede vivir más. Tenemos que tomar la decisión de retirar tecnología costosa (como los respiradores) si creemos que ese paciente no saldrá adelante. Si no importa lo que hagas con él.

Esas son las cuestiones éticas que también entran en juego cuando te enfrentas a una crisis como esta. Por supuesto, también es muy importante la salud mental del equipo médico. Una crisis así afecta a médicos y enfermeras como a cualquier otra persona. Debemos asegurarnos de que nuestro personal médico resista y no tengan problemas a largo plazo por el estrés que genera esta pandemia.

Le iba a preguntar precisamente por eso... ¿cómo estás tú de ánimos y cómo están tus compañeros médicos y enfermeros?

Hemos pasado algunas semanas estresantes. Ninguno somos inmune a estas cosas, estás todo el rato jugando entre la vida y la muerte, estas preocupado por tu salud y tu familia está preocupada por tu salud, por la exposición a la que te sometes.

Creo que es importante prestar más atención a esto porque mientras estamos en esta crisis, trabajando en medio de esta crisis, no prestas atención a lo que está sucediendo con tu salud mental, pero cuando estas crisis terminan esos problemas salen a la superficie. Hablamos de depresión, ansiedad... Tenemos un nombre para eso, lo llamamos el "síndrome del agotamiento". Incluso antes de la crisis, alrededor de un 40 o un 50 por ciento de los doctores ya suelen tener ese síndrome relacionado con su trabajo y creo que la situación irá a peor con esta crisis.

Zaher Sahloul

Zaher Sahloul / Twitter: @sahloul

¿Describiría lo que está pasando como una guerra?

Lo es. Es una guerra. Soy parte de la organización MedGlobal y en mi tarea como voluntario he llevado asistencia médica a lugares como Yemen, Irak, Siria o Gaza. En los últimos diez años he estado en estos lugares muchas veces, especialmente en Siria, porque soy originario de allí.

Te puedo contar que lo mismo que he visto que sucede en esas regiones, está sucediendo ahora en Chicago, en Estados Unidos y en España o Italia. El sistema de salud está sobrecargado, los médicos y enfermeros se sienten desprotegidos, tienen que lidiar con recursos muy limitados, deben reutilizar algunos de esos suministros, reasignar ciertos medicamentos, adaptarse a la situación. Todo lo que no hacemos en un contexto de paz, lo hacemos con la pandemia o en un contexto de guerra. Así que es una guerra. Y cada país, en cada hospital, hay que adaptarse a la situación hasta que las cosas se tranquilicen. Espero que eso ocurra en las próximas semanas... Todavía estamos en el pico aquí, pero esperamos que los casos comiencen a disminuir.

Has estado salvando vidas en la guerra en Siria, ¿qué diferencias hay entre trabajar allí como médico y ahora allí en Chicago?

Hay muchas similitudes. Una de las principales coincidencias con la crisis en Siria es que la comunidad internacional respondió de forma muy lenta. Eso provocó la crisis mundial de refugiados en 2015, con decenas de miles de refugiados sirios marchando a Europa. Un problema que seguimos viendo ahora, porque el mundo, la comunidad internacional, Naciones Unidas fue realmente lenta en responder a la crisis.

Es lo mismo que estamos viendo ahora con la pandemia. El mundo, la OMS, mi país, todos han sido muy lentos en responder a este nuevo virus. Y eso está creando esta gran cantidad de personas que están enfermas y que mueren. Aquí en los EE.UU., tenemos más de 26,000 personas muertas, un cuarto de las personas que han muerto en esta pandemia es de los EE.UU. Y está relacionado con la lenta respuesta de la administración Trump.

Lo que creo es que cuando te enfrentas a una crisis así debes solucionarla de inmediato, debes abordarla desde la raíz de inmediato. De lo contrario, se descontrola y causa problemas en todo el mundo. Una de las principales diferencias con Siria es que en Siria los médicos y las enfermeras fueron atacados físicamente con bombas. Más de 920 de ellos murieron no por un virus o enfermedad, sino por bombas. Esto es algo que, afortunadamente, no estamos viendo ahora. Tenemos médicos que mueren debido al virus y eso es lamentable porque los médicos y las enfermeras tienen que estar bien protegidos, tenemos que prestar atención a su salud mental, porque son los soldados de primera línea que se ocupan de esta crisis día a día, y si los perdemos, será un gran problema.

¿Y cómo está la situación de la pandemia en Siria?

En este momento, en Siria, tenemos una gran cantidad de personas desplazadas, especialmente en Idlib, donde hay tres millones y medio de civiles, la mitad de ellos desplazados de otros lugares. Alrededor de un millón y medio de ellos viven en campamentos muy concurridos. Y es muy difícil hacer cumplir el distanciamiento social en un campamento donde hay 15 personas en una tienda de campaña.

No hay acceso al agua ni al jabón, por lo que es muy difícil decirle a la gente que se lave las manos. Además, en Idlib, en toda la provincia, hay pocos ventiladores. Mi hospital aquí en Chicago tiene más ventiladores que toda Siria. Afortunadamente, no tenemos casos confirmados en la provincia de Idlib, tenemos alrededor de 25 positivos en toda Siria y unas tres muertes, pero la gente cree que estos números están subestimados.

Lo que estamos haciendo es enviar equipos de protección, estamos tratando de proporcionarles carpas de aislamiento para los campamentos de Idlib, estamos tratando de promover la educación pública y apoyar los mensajes públicos a la población. Y estamos tratando de proporcionarles también con ventiladores.

Tengo entendido que su familia está en Siria e -irónicamente- son ahora ellos los que están preocupados por su salud y su integridad física...

Es irónico que mi madre y mi padre, ambos viviendo en Homs, en Siria, me llamen cada dos días y me pregunten '¿cómo estás?' '¿estás a salvo?'. Porque están viendo todas estas noticias sobre un gran número de personas que están enfermas y muertas, y están preocupados por mí.

Entonces, en lugar de estar preocupado yo por ellos que están en Siria, en medio de esta larga guerra, están preocupados ellos por mí, porque estoy aquí en Chicago. Para mí esto es como un extraño giro del destino, irónico, surrealista... Pero tengo que asegurarle a mi madre que estoy bien y sano, incluso aunque esté mal no se lo digo para no preocuparles.

¿Crees que esta crisis servirá para que los países del norte terminen de comprender cómo es vivir en una guerra?

Esta es lo más importante para mí. Porque en los últimos diez años, especialmente en el contexto de Siria, hemos estado sufriendo y me emociona mucho hablar de ello.

Los médicos sirios llevan años gritándole al mundo que: "por favor, presten atención, estamos lidiando con recursos muy limitados, estamos bajo ataques constantes, no tenemos suficientes equipos de protección, ni medicamentos, por favor ayúdennos. Estamos en medio de un desastre". Algunas personas prestaron atención, y muchas hicieron donaciones y ayudaron. Pero muchas no lo hicieron. Abandonan a los sirios para ocuparse de sí mismos.

Hace solo unos meses estalló una gran crisis humanitaria en Idlib, donde más de 67 hospitales fueron bombardeados por el régimen sirio y los rusos. Esto llevó al desplazamiento de 1 millón de personas de la provincia de Idlib. Y el mundo sigue sin prestar atención. Sigue sin hacer nada para proteger a civiles y médicos.

Y en este momento, que está sucediendo la pandemia en todo el mundo, espero que traiga algo de empatía con los sirios, con sus médicos y enfermeras que están lidiando con esta crisis, después de otra crisis que dura ya diez años. Espero que el mundo aprenda esta lección. Los desastres son desastres, ya sea usted médico de una pequeña ciudad en Siria o un médico en Chicago en uno de los hospitales más grandes.

Estás lidiando con la misma situación, estamos aplicando los mismos principios. Así que tenemos que simpatizar con las personas en medio de los desastres. Ya sea en Gaza, Irak, Yemen, Siria o en otros lugares. El mundo, la comunidad médica y la comunidad internacional tienen que mostrar más solidaridad.

¿Podrías mandar un mensaje a los médicos españoles?

Mi mensaje es un mensaje de solidaridad, de oración y esperanza. En Estados Unidos, hemos visto lo que os está pasando allí, estamos aprendiendo de vuestra experiencia, espero que también puedan conocer la nuestra. Hay mucha energía positiva yendo y viniendo, leo los medios y estudios en español y aprendemos.

Deseo que tengamos tiempo para poder sentarnos juntos en una conferencia y hablar sobre lo que se ha hecho en Madrid, Barcelona. Y también deseo que tengamos tiempo para ver la liga española una vez más, El Barça es uno de mis equipos favoritos. Amo vuestro país, su gente, y vuestra cultura. Así que deseo que esta pandemia desaparezca para que podamos regresar y viajar.

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