El encuentro entre una paciente y su anestesista en la UCI: "No sabes cómo me alegra que te acuerdes de mí"

Madrid

Salir de la UCI es una buenísima noticia, pero después toca recomponerse. En ese camino está Paloma Recio Meroño. Paloma tiene 61 años y estuvo 17 días en la UCI del Hospital de La Princesa. El 6 de abril pudo volver a su casa, pero tiene por delante una recuperación larga: las secuelas psicológicas de haber estado peleando por vivir y los problemas de movilidad asociados a estar tantos días encamada.

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Paloma dice que "vivió un infierno en un paraíso". Ese paraíso es el Hospital de la Princesa de Madrid, donde el 60% de los ingresados en la UCI bajaron a planta. El resto, en su mayoría, siguen ingresados. Otros fallecieron. El trabajo de los médicos intensivistas no acaba con el alta. Sigue en la consulta post-UCI.

Patricia Albert es médico intensivista de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de La Princesa y responsable de la consulta post-UCI. Esa consulta se encarga de hacer un trabajo de seguimiento de las dificultades que tienen los pacientes cuando vuelven a casa: "El síndrome post-UCI es una serie de secuelas físicas, cognitivas y psicológicas que se producen por el tratamiento con sedantes, la ventilación mecánica, el encamamiento prolongado y los fármacos que afectan al sistema nervioso", explica la doctora. En el caso de los pacientes con Covid-19 habrá que estar pendiente de la evolución de sus pulmones porque el virus puede dejar lesiones en esos órganos.

Paloma Recio Meroño sólo recuerda las miradas, pero se quedó con un nombre: la anestesista Carmen Vallejo. Quería darle las gracias y ha podido hacerlo en ‘Hora 25’. La doctora también recuerda a Paloma: "Paloma fue una de las primeras a las que pudimos dar de alta. Fue muy emocionante". Carmen nos ha contado que ver cómo los pacientes iban a volver a casa era una motivación extra para todo el equipo del hospital.