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Al Capone

Alphonse Gabriel Capone Pecino recibió varios apodos, uno de ellos Scarface, debido a la cicatriz que tenía en su cara. Su objetivo, ya desde pequeño, era ser un famoso gánster estadounidense. Y lo fue. Aunque su tarjeta de visita decía que era un 'vendedor de antigüedades'

SER Historia: Al Capone (31/05/2020)

SER Historia: Al Capone (31/05/2020)

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Madrid

Capone comenzó su carrera en Brooklyn antes de trasladarse a Chicago y convertirse en la figura del crimen más importante de la ciudad. Hacia finales de los años 20, ya estaba en la lista de «más buscados» del FBI.

Al Capone abandonaría los estudios de sexto grado en la escuela a la edad de catorce años, para irse a trabajar a diferentes lugares, como una tienda de caramelos situada en una bolera de Brooklyn. Durante esa temporada, Capone conocería al gánster Johnny Torrio que sería influenciado por él hasta tal punto, que Torrio llegó a convertirse en su mentor. Introdujo al joven Capone en diferentes bandas juveniles de ladrones como los famosos «Five Points Gang», la más peligrosa de aquellos tiempos.

Poco tiempo después se convertiría en guardaespaldas del mafioso Frankie Yale, quien encomendaba a Capone tareas como las de extorsionar a los diferentes propietarios de negocios para que le cedieran una parte de sus beneficios. En esa época estaba contratado de camarero y guardaespaldas en un club nocturno de su jefe, «Yale´s». Una noche, Capone se emborrachó e insultó a una de las chicas que trabajaban allí, provocando una pelea entre Capone y el hermano de la chica, Frank Gallucio. Este sacó una navaja y con ella le rajaría tres veces la cara a Capone. De ahí nació su famoso apodo de «Cara Cortada».

Se cree que había cometido al menos dos asesinatos cuando fue enviado a Chicago en 1919, junto a su mentor Johnny Torrio, ciudad donde comenzaron a trabajar bajo las órdenes de James «Big Jim» Colosimo, rey del vicio en aquellos tiempos. Se puso en vigor la famosa “Ley seca” y esa prohibición provocó un auge considerable del crimen organizado y una subida de la popularidad de Al Capone. Torrio le confió la dirección de la organización de la banda, dedicada básicamente a la explotación de la prostitución, el juego ilegal y el tráfico de alcohol.

Ante el retiro de Torrio en 1925, Capone tomó definitivamente el mando y rápidamente se asoció con la mafia y se adueñó del hampa de Chicago tras eliminar a todos sus rivales en una serie de guerras internas, cuyo detonante fue el asesinato de O’Banion. Los enfrentamientos entre las bandas culminaron con el acribillamiento, en un garaje, de los cinco jefes de la banda de Bugs Moran, el día de San Valentín de 1929. Aunque los detalles de esta matanza aún se discuten, nadie fue procesado por el crimen. Los asesinatos son atribuidos a Capone y sus hombres, especialmente a Jack ‘Machine Gun’ McGurn, de quien se piensa podría haber realizado los disparos.

El final de Al Capone ya lo sabemos. Fue atrapado por Eliot Ness, un agente del Tesoro, juzgado y encarcelado no por asesinar sino por evadir impuestos, acabando sus días en la cárcel de Alcatraz, formando parte de la banda… de música. Su gonorrea, sífilis y adicción a la cocaína, más el duro trabajo en la cárcel acabarían mermando su salud física y mental.

 

 
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