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La erótica del distanciamiento: así es el sexo (sin besos) en tiempos de pandemia

Sexólogos, médicos, directores de porno y empresarios de locales de ocio sexual conversan sobre cómo serán las relaciones sexuales y todo lo que las rodea en lo que algunos nueva normalidad, y pasará por la imaginación, la paciencia y la precaución

Un grafiti representa a dos personas teniendo sexo con mascarillas en una céntrica calle de Bruselas (Bélgica) / Thierry Monasse/Getty

Madrid

La distancia social se ha convertido en uno de los lemas de lo que el Gobierno llama la nueva normalidad. Lo repiten constantemente: hay que guardar la distancia para evitar contagios. Tenemos que estar separados en el supermercado, en el trabajo, en el transporte, en una terraza con amigos: un nuevo hábito que está de alguna forma modificando muchas de nuestras actividades cotidianas y que también nos obliga a cambiar aspectos muy íntimos de nuestra vida como las relaciones sexuales y todo lo que las rodea.

Si nos resulta muy lejano el momento en el que volveremos a ver los bares llenos, parece todavía más difícil imaginar que pronto volveremos a hacer algo que antes de alguna forma era muy cotidiano. Ligar en un bar repleto de gente y posteriormente mantener una relación sexual es algo que ahora resulta extrañamente lejano.

Es lo que médicos y sexólogos llaman relaciones esporádicas, y son todas aquellas relaciones afectivas o sexuales que no se dan entre una pareja, sea del tipo que sea. Y precisamente, ligar o las relaciones sexuales entre aquellos que no son pareja se ha colado en las preocupaciones de muchos gobiernos que no evaden que la desescalada conlleva también una vuelta a las relaciones sexuales. Relaciones que, si en el caso de las parejas sí pueden mantener sin riesgo de contagio porque es más fácil comprobar que el otro no tiene el virus, no es el caso de los solteros.

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A las personas solteras se ha dirigido precisamente el gobierno de los Países Bajos. Allí el Ministerio de Sanidad ha elaborado una guía con recomendaciones sobre cómo deben mantener relaciones sexuales. Y básicamente les piden dos cosas: hacerlo siempre con la misma persona, un compañero sexual -dice la guía- y llegar a un acuerdo para limitar el número de personas que ven ambos.

La guía surge como respuesta a quejas en el país que alertan sobre la falta de recomendaciones para el sexo de los solteros. Porque los gobiernos que han hablado de relaciones sexuales (hay algunos que lo han hecho) lo hacen centrándose solo en las relaciones sexuales dentro de la pareja. Ocurrió en Italia cuando el gobierno de Guissepe Conte explicó qué se podía hacer en la fase 2 introdujo un término que causó mucha polémica: "I congiunti". El término se traduce como "relación afectiva estable". Y según el gobierno son los familiares, pero también las parejas estables a quienes sí se podía visitar durante la fase 2.

El término causó críticas de aquellos que consideraban el término discriminatorio porque el gobierno permitía mantener relaciones sexuales a los que tienen pareja pero no a los solteros o a los que tengan una relación no del todo consolidada. En cualquier caso, ¿cómo se mide una relación estable?

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Besarse: el principal riesgo de transmisión

Médicos y sexólogos hacen la misma recomendación, independientemente del tipo de pareja o si las relaciones son con desconocidos: y pasan por extremar la higiene, aunque advierten que el principal riesgo de contagio está en los besos. Por lo que sabemos hasta ahora -aunque los médicos insisten en que no existen certezas absolutas sobre el virus-, sí hay consenso científico en torno a el virus no se transmite por ningún fluido corporal, por lo que en principio no supone un riesgo el coito vaginal, anal o el sexo oral.

El principal riesgo está en la saliva, por lo que el contagio se puede dar besándonos. “Deberíamos evitar el intercambio de los pequeñas partículas de transmisión orofaríngeas porque es la principal vía que conocemos de transmisión del virus”, explica Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo en el Hospital Puerta del Hierro de Madrid y profesor de la Universidad Autónoma de la capital.

“Deberíamos evitar los besos y el contacto de la mano con la boca o la nariz. Es la certeza que tenemos para evitar contagios durante las relaciones sexuales porque no se ha demostrado que se transmita por ningún otro tipo de fluidos, por lo que estrictamente no podemos decir que haya riesgo en el coito vaginal, sexo oral y sexo anal. Esto no es un virus como el ébola o el VIH.

En cualquier caso, los médicos insisten en que la principal medida de prevención es que las parejas se hagan test pero claro, ni hay test suficientes, ni es algo que soluciona el riesgo de contagio en las relaciones sexuales esporádicas. Porque, en el caso de los solteros; ¿tendrán que ligar exigiendo un certificado médico? Es una pregunta que cuando lanzamos a los sexólogos, rápidamente nos dicen que no hay que alarmarse porque hay que evitar crear un estigma, y guardando las medidas de prevención que se deben guardar en cualquier práctica sexual.

“El miedo se está instalando ya en las relaciones sexuales y por supuesto el riesgo de contagio”, explica la doctora Francisca Molero, sexóloga y presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Sexología. “Pero hay que tener claro que la prevención en cuanto a prácticas genitales o sexo oral deben ser la misma que siempre: utilizar preservativos. Pero sabemos que el sexo no es solamente genitalidad. El sexo es sentir piel con piel, estar cerca o besar.

Esto último es lo que nos va a cambiar y lo que va a hacer que muchos tengan miedo a experimentar en una relación esporádica. Aunque va a depender mucho de los rangos de personalidad de cada uno. Hay personas que se van a arriesgar y otras que no. Es una decisión individual que debe hacerse teniendo en cuenta lo que dicen las autoridades sanitarias, aunque muchas cosas del virus que no sabemos.

 “La mirada tendrá más protagonismo”

Si sabemos que hay más riesgo en las relaciones con desconocidos pero que no hay que caer en el miedo, ¿cómo se va a conjugar todo esto a la hora de algo tan cultural como ligar? Molero apuesta porque el cambio no vendrá tanto en las formas de ligar, si no en los tiempos: se ligará a una cocción un poquito más lenta antes de la primera relación sexual.

“En las relaciones esporádicas se dará más espacio a conocerse un poco más. Hemos estado en una época en la que una manera de saber si esa persona te podía interesar o no era a través del sexo. Ahora eso cambia un poco y muchos optarán por alargar esa fase previa de conocer a la persona antes del sexo”.

Y eso llevará a redescubrir, dice, otros aspectos de la sexualidad a los que a lo mejor hasta ahora no le dábamos tanta importancia. Aspectos como la mirada o la palabra, en una especie de erótica del distanciamiento que la doctora nos invita a descubrir: “la mirada viendo, la comunicación auditiva o la palabra, que pueden tener un erotismo impresionante”.

Esa erótica del distanciamiento ya tiene incluso sus manifestaciones en otros aspectos u otros consumos de la sexualidad como en el porno. Se ha hablado mucho, para bien o para mal, de que grandes plataformas como Pornhub hayan abierto todo su contenido, que es de pago, durante el confinamiento.

El día que se abrió la plataforma en la mayoría de países de Europa, el 25 de marzo, aumentaron las visitas un 25% en todo el mundo con respecto al día anterior, unas visitas que ya habían subido desde que comenzaron las restricciones a la movilidad. Pornhub ha hecho una campaña para concienciar sobre las medidas de seguridad y aprovechar ese erotismo del distancimiento, que se ha convertido incluso en un nicho de mercado.

La web ha lanzado la campaña 'The Cleanest Porn Eve': una serie de vídeos cortos en el que el actor comienza lavándose las manos antes de masturbarse, y en el caso de los que se han grabado con otra persona, manteniendo las distancias. “Son once vídeos rodados en diferentes idiomas y todos empiezan con un decálogo de las medidas de higiene, pero con un look más sexi”, explica Javi Íñiguez de Onzoño, uno de los creadores de la campaña, de la agencia Officer&Gentleman. “La misión era darle rienda suelta a su creatividad e inspirar a la población. En los vídeos hay de todo: desde parejas que se masturban uno frente a otro manteniendo las distancias de seguridad, hasta parejas que utilizan barras telescópicas con un dildo previamente desinfectado para jugar a distancia”.

"El cibersexo es muy socorrido"

Eso han llevado a cabo grandes plataformas, pero no están siendo buenos meses para las productoras más pequeñas, que han paralizado rodajes y que no pueden competir con los primeros. Y ahora también ellos tienen que adaptarse a las distancias sociales.

Podrán rodar haciendo test a los actores, pero convivir con las distancias va a suponer, nos dicen, una reinvención del género. O eso piensa Antonio Marcos, es director de cine porno y es presidente de APEOGA, la Asociación de Productores y Editores de Obras para adultos. “Este distanciamiento sirve para crear ciertos ambientes que anteriormente no se habían investigado tanto dentro del erotismo. Se están rodando pequeños cortos eróticos con mucha sensualidad en la distancia que de alguna forma están reinventando el género".

Uno de esos cortos es 'La Cuarta Cita', un trabajo de Roberto Pérez Toledo dentro de la serie de cortos 'Mientras nos quedamos en casa' y que cuenta la historia de dos chicos que se conocen antes del confinamiento en una primera cita, y las siguientes las tienen, ya en pleno confinamiento, a través de videollamadas. “En este corto planteo que ambos necesitan tocarse y mantener relaciones. Uno de los personajes dice que el cibersexo es muy de 2017. Parece algo del pasado, pero este confinamiento ha demostrado que está a la orden del día cuando hace falta", apunta.

El director señala que no sabe "si hay una erótica especial en el sexo a la distancia, creo que siempre preferiremos lo físico. Pero es cierto que el cibersexo es muy socorrido y tiene muchos menos riesgos. Se abre un tiempo incierto, para mí como director y guionista es muy interesante explorar sus posibilidades. Me intriga mucho saber cómo serán a partir de ahora las primeras citas".

Hay una última arista relacionada con las nuevas formas de vivir la sexualidad y pasan por los locales donde se practica sexo, lo que se conoce como el ocio sexual. Solo en Madrid hay doce clubes de intercambios de pareja. Son saunas, bares con cuartos oscuros y también locales de intercambio de pareja, lo que se conoce como los clubes de swingers.

Como el local Encuentros, en el centro de la capital y abierto desde hace 32 años. Allí van las parejas a practicar sexo con otras. Tiene un aforo de casi 300 personas, y más de 600 metros cuadrados con cabinas, cuartos oscuros, sofás, jacuzzi. Su dueño, David Frutos ya ha acondicionado el local para cuando lo puedan abrir. Cree que en la fase 3, porque tiene licencia de local de ocio nocturno. Y ha hecho una gran inversión, nos dice, para habilitar el local con las nuevas medidas de seguridad. No abrirán el jacuzzi, habilitarán cabinas para que los clientes se puedan mirar mientras practican sexo.

Enrique García

Enrique García

(Sevilla, 1994) Redactor del Hoy por Hoy. Antes, editor de MATINAL SER, el informativo matinal del fin...

 
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