Todas las ventajas de consumir más productos españoles

España es un país que se ha caracterizado por importar más de lo que vende, pero en SER Consumidor nos hemos planteado si ahora es el mejor momento para apostar por los productos “made in Spain” (productos autóctonos españoles). ¿Tendría efectos positivos para la economía nacional, el empleo y el medio ambiente?, por ejemplo. Lo analizamos en el programa del domingo con la opinión de expertos en cuatro campos: agricultura, ropa, turismo rural y la visión de los ecologistas. ¿Realmente es necesario traer alimentos como sandías o tomates de la otra parte del mundo cuándo los productos españoles son igual o incluso de más calidad? Hablamos con Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), según nos dijo “traer una sandía de Senegal o Costa Rica es un auténtico disparate”. “Consumir productos españoles no solamente revierte en la economía de nuestro país y en el mantenimiento de nuestra actividad, sino que le da un plus de garantía. Los productos españoles son los más seguros que el consumidor puede encontrar ahora mismo en el mercado”, dijo Góngora. Además, tendría consecuencias sobre el trabajo de agricultores o ganaderos porque les daría “mayor poder de negociación frente a las multinacionales europeas”. Góngora señaló que por el COVID-19 muchas cadenas de supermercados están recuperando los productos españoles, pero es necesario “hacer una apuesta firme” y denunció que los supermercados “no siempre ofrecen información al consumidor de la procedencia de los productos, esto es un fraude”. El aumento en consumo de productos nacionales tendría repercusiones sobre el medioambiente y los precios. También hablamos con Marina López, presidenta de Moda Sostenible de España, una asociación que apuesta por la vuelta a una producción y un consumo más local en la industria textil. “Cada día se está produciendo más ropa en España y debería ser una tendencia”. Así mismo, Marina López indicó algunas de las consecuencias que ha dejado en este sector la crisis del coronavirus. “Tras la pandemia los consumidores tienen más conciencia por mirar la etiqueta y saber de dónde procede la ropa”. La industria textil es la segunda más contaminante del planeta y las producciones, en la gran mayoría de los casos, no se encuentran en los propios países sino en terceros como China, Bangladesh o la India. “La moda sostenible es el futuro y las empresas deben subirse al carro. Tarde o temprano, tendrán que traer su producción a España. Así cuidaremos el medio ambiente porque se reduciría la huella de carbono y daría trabajo, que tanta falta hace”, explicó la presidenta de Moda Sostenible. López contó que en Portugal se está volviendo a una industria textil más local “y como tenían fábricas, no han tenido el problema de las mascarillas que hemos tenido aquí”. El turismo rural en España habitualmente ha tenido un papel estacional (destinado a fines de semana o puentes), mientras que este verano se presenta como la gran alternativa para huir de las masificaciones de las grandes ciudades y consolidarse así en nuestro país. Julia López ha hablado con gente del sector como Javier Agudo de ‘Club Rural’, Myriam Tejada de ‘Escapada Rural’ y Cristina Vilà de «Agrotravel». Nos contaron en el programa que “este año es el del turismo de cercanía”, lo que ha triplicado las reservas en alojamientos rurales y según comentan, “los viajeros van buscando privacidad y no compartir espacios con otros visitantes”. Además, “es una gran oportunidad para recuperar el turismo rural y preservar las formas de vida de los pueblos”. También hemos conocido la opinión de Joaquín Montanuy (alcalde del pueblo Roda de Isábena, en la provincia de Huesca) y José Antonio Arranz (concejal de turismo de Sigüenza, en Guadalajara) y coinciden en que sus pueblos están preparados para acoger un mayor número de visitantes. Por último, la coordinadora de consumo en Greenpeace, Celia Ojeda, nos explicó las necesidades de reinventar el turismo para hacerlo más sostenible: “necesitamos reducir las emisiones del consumo y cambiar el modelo de turismo, hay que ir hacia productos más locales, de cercanía y sostenibles”. Ojeda se refirió también a la necesidad de “reinventar el consumo”, pero apeló a que es una responsabilidad de todos “empresas y consumidores, es una lucha conjunta. Hay que incentivar traer aquí las producciones y que los consumidores tengan acceso directo a una venta. Las grandes superficies tienen que ceder terreno a los productos más locales”. Habló de las muchas ventajas desde el punto de vista medioambiental de un consumo más local. “La decisión del consumidor es muy importante para saber qué tipo de consumo queremos. Consumir una sandía o un plátano de aquí es evitar también emisiones de Co2”. Y dijo que las administraciones deben primar lo local y que también en otros productos, como el textil “debemos mirar más dónde se ha producido la ropa”. Incluso alegó que “consumir es una manera de votar. ¿Elegimos productos y productores locales o una multinacional que explota a trabajadores y contamina?”, concluyó.