¿Igualmente responsables? No

Madrid

Me parece muy triste que en un momento tan tremendo como el que vivimos, del encuentro de los dos principales líderes del país, no saliera nada de nada. Y lo que es peor, que todos contáramos con ello, que diéramos por supuesto que el encuentro sería un desencuentro, sino un encontronazo. Sánchez y Casado tienen intereses diferentes, desde luego, y es evidente que ambos manejan sus tácticas, sus triquiñuelas, sus pequeñas trampas.

Pero, ¿son responsables por igual del fracaso? Pues no, porque hay algo incuestionable y muy relevante que los desempata en responsabilidad. A día de hoy, los intereses de Casado no coinciden para nada con los intereses de España. Es más, salta por encima de ellos para desgastar y si es posible, romper el gobierno. Mientras que los de Sánchez, armar unos presupuestos, renovar órganos institucionales claves, sí están en la órbita de los intereses generales.

Las razones de Casado serían de valor si las delirantes intenciones que la derecha atribuye al gobierno fueran ciertas: romper el Estado, regalar Cataluña al independentismo, acabar con la monarquía, bolivarizar al país, etcétera. Pero todos sabemos que son botes de humo lanzados al aire para emboscar objetivos más pedestres.

Es duro de aceptar que nuestros máximos responsables políticos no puedan sumar fuerzas ni para defendernos de las amenazas que nos acechan en este tiempo tan difícil y mucho menos para aprovechar las capacidades de nuestro país cuando el mundo se acerca a un cambio de agujas y cuando Europa nos exige reorientar el rumbo de desarrollo. Porque capacidades tenemos y algunas muy sobresalientes.

Ejemplo. España ya lidera las infraestructuras digitales de Europa con la red más extensa de fibra óptica. Tenemos desplegada más fibra que Francia, Alemania, Italia y Reino Unido juntos. El presidente de Telefónica afirmó que estamos en condiciones de liderar la cuarta revolución industrial y aprovechar mejor que nadie la mano tendida de Europa para la reconstrucción. El cainismo político nos impedirá sacar fruto debido de esta realidad y de otras muchas capacidades, porque éste es solo un ejemplo.