Inclusión o educación especial: el complicado escenario que plantea la Ley Celaá

Madrid

La llamada Ley Celaá ha suscitado un encendido debate desde el principio; fundamentalmente porque toca uno de los pilares sobre los que se apoya la derecha española y más específicamente las instituciones eclesiásticas, esto es, la educación concertada. Sin embargo, también ha provocado un auténtico terremoto los planes sobre la educación inclusiva y la educación especial. Para algunos por exceso y para otros por defecto. Por eso, en este tramo de 'Hora 25' hemos querido unir a los principales afectados: los tutores legales de los jóvenes que necesitan esa educación. No se trata en ningún caso de un debate, sino de una conversación sobre qué supone la nueva ley. 

VÍDEO | El análisis de la Ley Celaá con cuatro expertos: de la vuelta a lo público a la falta de libertad

<p>Se trata de la octava ley de Educación en la historia democrática reciente de España y sucederá a la polémica 'Ley Wert' del exministro de Educación José Ignacio Wert</p>

Hemos sentado en una misma mesa a Ana Solsona, fundadora de la Asociación Dí Sí, que tiene un hijo con trastorno del espectro autista severo y Paco Bescós, padre de una niña con parálisis cerebral y ha publicado un libro que se llama "Manos Cerradas". La falta de concreción de la ley ha generado zozobra entre las familias. 

"Me aterra esta ley por su ambigüedad, llevamos en la lucha sobre la educación especial mucho tiempo. Esta educación tiene enemigos", explica Bescós. "Cuando sabes que tienes enemigos de semejante calibre y el contexto es una ley absolutamente ambigua pues te echas a temblar", sentencia. Él asegura que su hija va a un centro muy pequeño con una ratio muy baja y donde todo está pensado para "extraer el máximo potencial de ella". El padre considera que hay muy pocos alumnos, con profesionales específicamente dedicados a estos jóvenes. 

Por su parte, Ana Solsona asegura que "no es necesario que todos los niños interaccionen de la misma manera". "Él interioriza todo lo que ha visto y a lo largo de tiempo ha ido sacando muchas cosas", dice Ana en referencia a la inserción del niño dentro de la educación ordinaria. "Nunca hemos recibido ninguna burla", afirma. "El resto de niños lo consideran uno más", sentencia Solsona. 

Bescós explica en que en los primeros años de escolarización "uno está perdido". "Te encuentras metido en laberintos que muchas veces son contradictorios en cuanto a las terapias que tienes que seguir, aprendes a seguir trámites burocráticos que son kafkianos y después te encuentras que existe un sitio donde se hace de todo, donde la gente sabe de todo", afirma. 

Lo cierto es que la tendencia general en los países europeos es incorporar a la educación ordinaria a los niños con discapacidad, aunque hay países como Bélgica que mantiene centros de educación especial con mucha calidad. En Portugal por ejemplo, desde hace dos años apuestan por la inclusión: todas las escuelas cuentan con un grupo interdisciplinar para asistir a estos niños con discapacidad y el balance es bueno. Desde el año 2010 el número de alumnos con necesidades especiales en colegios ordinarios se ha multiplicado.