Indultos: oportunidad u oportunismo

Madrid

Es posible que a base de manosearlo le hayamos quitado brillo al adjetivo, pero hoy sí creo que nos encontramos ante un momento histórico. Soy incapaz de pronosticar si esa página de la historia será mejor o peor que las que dejamos atrás, eso no lo sé ni creo que lo sepa nadie. Pero sí estoy convencido -es mi opinión, ¿eh?, y entiendo a quienes piensan otra cosa- de que los indultos que mañana se dispone a aprobar el gobierno nos dan una nueva oportunidad, porque seguir como estamos ahora con el tema de Catalunya -sinceramente- no veo que fuera la mejor opción. ¿Que hay riesgos? Muchos. ¿Y dudas? Todas.

Entiendo a los que les repatea que salgan beneficiados políticos que se saltaron la ley; como entiendo también a los que se indignan porque esos políticos, votados por miles de catalanes, estén en la cárcel. Por eso insisto en que los indultos, si sirven para romper el bucle, son una oportunidad para todos, incluidos los que más vociferan -hoy mismo- contra esa medida de gracia. De hecho, creo que las ruidosas protestas y los insultos que ha recibido Pedro Sánchez al llegar esta mañana al Liceu, los desplantes dialécticos en estas últimas horas de los dirigentes independentistas y la catarata de descalificaciones que llegan dese hace días, sobre todo desde la derecha, reflejan lo mismo: el “horror vacui”, el miedo al vacío de quienes viven confortablemente en un escenario de tensión, de enfrentamiento.

Yo creo que los partidarios de conseguir la independencia de Catalunya a la brava, por la vía unilateral, saben perfectamente que eso no va a ocurrir. Pero optan por la comodidad de la utopía. Los que sueñan con rebobinar España por la vía de recentralizarla al máximo tampoco se van a salir con la suya. Y también lo saben. Por eso el mensaje de los indultos parece dirigirse sobre todo a los que hace tiempo que se hallan en mitad de esa pelea.

¿Que además existe un interés por parte del gobierno para apuntalar su mayoría parlamentaria con esos indultos? Pues sí, posiblemente; o seguro. Entonces además de oportunos serían oportunistas. Pero eso es política. Igual que lo sería no hacer nada, perder esos apoyos y tener que convocar elecciones anticipadas. Resumiendo: lo dicho, que es todo muy complicado, que este lío tardaremos mucho en resolverlo -si es que lo conseguimos- pero a veces en la vida hay que arriesgar. Y admitir que ganar sin humillar es tan importante como saber perder.