'Physical', aerobic para cumplir el sueño americano en los 80 de Reagan
La actriz Rose Byrne protagoniza la nueva serie de Apple TV+ sobre una mujer en crisis que ansía con alcanzar su independencia económica
Madrid
Ha pasado un año desde que vimos a Rose Byrne interpretando a la activista feminista Gloria Steinem en Mrs. America. La miniserie la enfrentaba a la conservadora Phyllis Schlafly, que luchaba por tumbar la Enmienda por la Igualdad de Derechos en los Estados Unidos de la década de los 70. Ahora, vuelve con un papel protagonista en una nueva ficción en la que también lucha por su propia independencia, económica y social, en este caso desde una posición doméstica, en la soleada California, en una década posterior.
Como si de una secuela gamberra se tratara, Physical se estrena en Apple TV+ para retratar a una ama de casa en crisis, desilusionada, heredera de un movimiento hippie y una promesa de una vida de playa y libertad que no llegó a cuajar. Una comedia negra que atrapó a la actriz desde el primer momento: “Leí el piloto y lo encontré muy llamativo. Creo que es profundamente incómodo, oscuro y divertido. Un mundo tan específico como este San Diego y esta Sur California de los años 80, un matrimonio tan raro… y esta mujer en crisis que poco a poco se va descubriendo…Es una historia íntima, pero también un drama doméstico”, relata Byrne en la rueda de prensa de presentación, en la que subraya la irrupción de los servicios de streaming para incluir más puntos de vista. “Con tantas plataformas, es interesante ver cómo se cuelan tantas y tan buenas historias desde diferentes perspectivas, es muy emocionante”, puntualiza.
Sheila es la protagonista de esta comedia negrísima. Una mujer que siempre soñó con tenerlo todo, pero la rutina y la frustración son las protagonistas de su vida aparentemente perfecta en su aparente sueño californiano. Desde el primer capítulo podemos escuchar su voz interior, la que realmente nos muestra lo que está pensando, una voz en off que pronto revela un trastorno alimenticio y una complicada situación personal. “Sheila es el típico personaje que siempre estoy buscando y lo disfruté mucho. Es una antiheroína, de los mejores personajes que te puedes encontrar en ficción, te pones en su ruta y puedes seguir explorando y explorando mucho de ella”, dice la actriz.
A medida que avanza en estos años 80 gobernados por Ronald Reagan, la protagonista encuentra una vía de escape, una actividad con la que salir de ese pozo de frustración. El aerobic será determinante, y su reto de convertirse en la reina de los vídeos del ejercicio hará que las mallas, los calentadores y las cintas en el pelo sean su tabla de salvación. Annie Weisman, la showrunner salida de la cantera de Mujeres desesperadas, está detrás de esta historia de empoderamiento profundamente ochentera. “Annie es la que me ha ido guiando, la que me ha ido enseñando la narrativa, las complicaciones de ser mujer, madre y empresaria en los 80. Es muy interesante ver la evolución de alguien que es increíblemente complicada y autodestructiva”, señala la actriz, que desde el confinamiento, durante meses, empezó a dar clases de aerobic a través de zoom.
El director australiano Craig Gillespie, responsable de Yo, Tonya, se pone al frente de los dos primeros capítulos de esta ficción que ahonda en el sueño americano y los demonios que creó, todo al ritmo de Depeche Mode y Pat Benatar. Sheila va ganando en autoestima y confianza, tanto en el gimnasio como en casa, su otro gran campo de batalla.
Casada con Danny, interpretado por el cómico Rory Scovel, será el gran apoyo en su carrera política, idealista y contraria al sentimiento conservador imperante. “Sheila tiene un papel secundario en el matrimonio al principio, pero también es la estratega, la que está detrás de toda la campaña política. Es una gran relación, pero creo que es como cualquier otra, muy disfuncional. Ves a Sheila poniendo toda la carne en el asador por Danny, con esa mente tan brillante y revolucionaria que tiene”, dice la actriz australiana.