El 'espejismo' del teletrabajo

Madrid

Antes de la pandemia, el teletrabajo era una opción residual entre las empresas y trabajadores españoles. En 2011, solo un 3,6% de los trabajadores optaba por esta opción. Sin embargo, la llegada de la pandemia obligó a empresas y trabajadores a adoptar esta opción siempre que fuera posible, creando la ilusión de que el trabajo no era allí donde íbamos, sino aquello que hacíamos, y gracias a eso llegó a un pico de hasta el 16,2%, en el segundo trimestre de 2020, coincidiendo con el confinamiento más duro. Hasta junio de 2021, la tasa de teletrabajo es del 11,2%, lo que corresponde a 2.146.000 personas, una tasa que ha caído hasta involucrar al 10% de las plantillas de nuestro país.

Así, cada vez quedan más lejos las reuniones de Teams, que había multiplicado por tres su número de usuarios, o de Zoom, una de las empresas más capitalizadas a día de hoy en el Nasdaq, que tan cotidianas han resultado durante el último año y medio. Las empresas más grandes optan por fórmulas mixtas entre presencialidad y teletrabajo mientras las pymes prefieren un 100% de presencialidad. En Estados Unidos, financieras como JP Morgan han obligado a los trabajadores a volver a la oficina. En cambio, multinacionales como Google, Apple, Facebook o Amazon han retrasado la vuelta a las oficinas hasta 2022 y se plantean llegar a penalizar salarialmente a aquellos trabajadores que opten por seguir trabajando desde casa.

Aquí, en España, la excepción la plantea el modelo Everis -que emplea a 16.000 empleados- a ofreciendo a sus trabajadores tres opciones: teletrabajo durante el 100% de la jornada laboral, un modelo híbrido o totalmente presencial (que implicaría trabajo presencial cuatro días y daría la opción a teletrabajar un día a la semana). “En Everis apostamos por un nuevo entorno de trabajo flexible, basado en la confianza y el compromiso con el trabajo. Ponemos al profesional en el centro de la ecuación para garantizar el éxito de la compañía y dar el mejor servicio a los clientes. Estamos teniendo en cuenta la opinión de todos los profesionales, y el 70% han expresado que quieren mantener un modelo de trabajo donde prima un alto nivel de teletrabajo, así que lo vamos a enfocar en esta línea” explica Flora García Mesa, directora de Recursos Humanos de la compañía.

“Creo que, seguramente en teletrabajo tenemos que distinguir dos panoramas que, además, están tan cercanos en el tiempo que no podemos vislumbrarlos” apunta en Hora 25 de los Negocios el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey. “Creo que hay un primer teletrabajo que podría ser un teletrabajo de trinchera, que es el que nosotros, básicamente como un instrumento para luchar contra la terrible pandemia, evitar contactos, generar una distribución en las empresas distinta, y luego hay un teletrabajo normalizado, que no puede estar en los niveles pandémicos. Llegamos a tener casi más de tres millones de trabajadores prestando sus servicios en régimen de trabajo a distancia, y lo hicimos además declarando preferente el teletrabajo sobre cualquier otro tipo de organización empresarial. Creo que ahora, pasado el teletrabajo de trinchera, vamos a un teletrabajo que tiene que estar ya en unos moldes más adecuados, más razonables y que tiene que producirse en una serie de condiciones, estrictas, que eviten los sesgos” señala Pérez Rey.