"Me dijeron que sabían que podían morir y solo tienen 14 años" Edición especial de Hora 25 desde Ceuta
Programa especial desde uno de los institutos donde estudian algunos de los menores migrantes que llegaron en el pasado mes de mayo
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Madrid
Ceuta tiene casi 85.000 habitantes y el pasado 18 de mayo, en cuestión de horas, llegaron 12.000 personas a esta ciudad que tiene poco más de 18 kilómetros cuadrados. Mil de ellos eran menores. Han pasado cinco meses, la crisis diplomática con Marruecos ha pasado a un segundo plano, pero en Ceuta son muchísimos los profesionales que están trabajando para que el caos que se vivió en esos días deje paso a algo parecido a un normalidad.
De los menores, algunos tienen más de 16 años y por lo tanto la educación no es obligatoria como tal. Pero para los menores de 16, que son muchos, España sí tiene la responsabilidad (la obligación, de hecho) de escolarizarlos. Y ese proceso ha empezado ya. Muchos de ellos han empezado ya a ir a clase, en institutos el de Siete Colinas de Ceuta en el que hoy se hace este programa especial.
"Entramos en España porque en Marruecos no hay derechos, en España, Europa hay derechos y salud y ordenación", dice uno de los menores en el programa especial. "Entramos buscando un futuro mejor y aprender el idioma", explica otro de ellos.
Yolanda Rodríguez, directora provincial del Ministerio de Educación y Formación Profesional en Ceuta explica que "lo importante es que se ha dado una respuesta para acoger a estos chavales y ha habido una implicación absoluta del ministerio para que se cumplan los cupos".
Javier Rodríguez es director del Instituto Almina, es el instituto que más alumnos acoge, 45 en su caso, distribuidos en tres aulas y el señala que "están súper motivados y estamos consiguiendo la total integración, me siento totalmente satisfecho por el trabajo hecho. Creo en el proyecto, estamos acostumbrados a trabajar con estos alumnos de incorporación tardía y hemos vivido esta experiencia, pero no como ahora".
Por su parte, Pepe Grosso, profesor de Filosofía del Instituto Abýla, que también integra a menores migrantes, explica emocionado que ha hablado con niños que le dicen que son conscientes de que pueden morir al intentar atravesar la frontera y solo tienen 14 años.
Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid ha lamentado que el real decreto impulsado por la Secretaría de Estado de Migraciones que permite que estos jóvenes puedan trabajar una vez acaben su formación "se está retrasado" y esto es lo "más grave". "Tiene que quedar claro cual es el objetivo y la política que España quiere tener con estos jóvenes, y además, nos quejamos constantemente de que no hay personal, por lo que necesitamos a gente para trabajar y es cruel, denota un claro déficit de humanidad y es algo que perjudica a nuestro país", el hecho de dejarlos fuera, ha añadido.
Por su parte, Patricia Fernández, la abogada que paró las devoluciones de menores a Marruecos, ha comentado que "desde la sociedad civil de Ceuta y la península tuvimos claro el atropello que suponía para los niños y que nos teníamos que posicionar en contra". De igual modo, ha lamentado que a la hora de la verdad, a los gobiernos "solo les importa la política migratoria y los derechos de los niños quedan en letra pequeña".
Asimismo, Jennifer Zuppiroli, de Save The Children, ha pedido que "dejemos de pensar que la migración de los niños es un capricho".