Lluvia de Pan y Queso en Quel
El municipio riojabajeño revive este domingo la tradición con el reparto de 2.500 bollos de pan y 65 kilos de queso
Quel revive este domingo la tradición con el reparto de 2500 bollos de pan y 65 kilos de queso
Logroño
Será desde el balcón de la Ermita de la Santa Cruz, en el marco de las fiestas que tendrán lugar hasta el próximo día 9. Desde hace más de 540 años que, siguiendo la tradición, el día 6 de agosto se reparte en Quel pan y queso a los vecinos y, desde hace "más de doscientos años, las raciones se lanzan desde el balcón de la ermita”, según ha explicado Pedro Calatayud, miembro de la Cofradía del Pan y el Queso.
La tradición se remonta a 1.479 y "al principio", ha explicado Calatayud, "se daba en la mano" no obstante, con la llegada de épocas de hambrunas, contaba como "se producían altercados para cogerlo" por lo que "ahí se decidió echarlo desde el balcón".
Este año, “habrá más o menos 2.500 tortas de pan y 65 kilos de queso" y se esperan "unas 2.000 personas del pueblo y otras 2.000 más de otras partes de La Rioja y España".
Y es que se trata de una celebración declarada Fiesta de Interés Turístico Regional por el Gobierno de La Rioja en 2004 y de Interés Turístico Nacional, en 2015, por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
El origen de la tradición
El origen de estas fiestas, consideradas las más antiguas de La Rioja, se remonta hasta el año 1479, cuando la población de la Villa de Quel quedó mermada por una epidemia de peste a la que solo sobrevivieron 17 de sus 50 habitantes.
Los vecinos creyeron ser castigados por sus pecados, ante lo que decidieron pedir perdón y acabar con la peste. Así lo hicieron saliendo en procesión desde la Iglesia Mayor de la localidad hasta la ermita, cruzando en su recorrido todo el pueblo y bordeando a su vez la orilla del Cidacos.
En el recorrido portaron trece candelas, conocidas también como hachas, en honor a once santos de la zona, a la Virgen María (representada por la Virgen de la Antigua, patrona de Quel) y al Santo Cristo.
Desde entonces, se mantiene el día 6 de agosto como jornada central, día en que todavía se celebra esa procesión desde la iglesia de la ermita de la Santa Cruz y a lo que, posteriormente, se le ha sumado el lanzamiento desde la balconada de bollos de pan y queso.
Esta es una de las fiestas más antiguas de la Península Ibérica, con más de quinientos años de antigüedad. Además, se encuentra entre las pocas fiestas de España que permiten demostrar su celebración ininterrumpida, desde su fundación hasta la actualidad, a través de diversos documentos y grabados.