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TENIS / WIMBLEDON

Philippoussis y Federer jugarán la final masculina

Londres

El australiano Mark Philippoussis y el suizo Roger Federer impusieron la ley de su saque para alcanzar por primera vez en su carrera la final del torneo de Wimbledon.

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En dos finales en las que hubo demasiadas similitudes, marcador, tiempo, e incluso puntos de ruptura. "Scud" y "Federer Express" liquidaron a sus rivales en un ejercicio pleno de aciertos, sin ceder ni una sola vez su servicio, y anulando ambos los dos únicas ocasiones que tuvieron para perder su saque. Philippoussis se impuso al francés Sebastien Grosjean, verdugo de Juan Carlos Ferrero y de Tim Henman, por 7-6 (3), 6-3 y 6-3, en una hora y 56 minutos; Federer, que había derrotado a Feliciano López y al holandés Sjeng Schalken, doblegó a Andy Roddick, por 7-6 (6), 6-3 y 6-3, en 13 minutos menos. Los dos lucharán el domingo por el título, y por el primer premio de 805.000 euros, sabiendo Federer que ha vencido al australiano en las tres veces en las que se han enfrentado.

PHILIPPOUSSIS-GROSJEAN

Philippoussis conectó 11 "aces", uno de ellos a casi 210 kilómetros por hora, y lleva ya en total 164. El "aussie" controló perfectamente la rapidez de movimientos de Grosejan y mandó durante todo el encuentro con una madurez impresionante. Tiene el australiano en su saque un arma letal, que le ayudó ya a alcanzar la final del US Open en 1998. Ayudado por ese descomunal cañón, con el que hoy logró 37 puntos en total, Grosjean apenas pudo desplegar la habilidad con la que había derrotado antes al ídolo local Henman. El francés se vio siempre agobiado por esa necesidad de quebrar al australiano, objetivo que no logró nunca.

"Estaba ya un poco cansado, llevo jugando desde el lunes", dijo Sebastien, "pero Mark sirvió increíble hoy y además me presionó mucho cuando sacaba yo, creo que jugué mejor contra Tim". Phillippoussis aplicó su rodillo con celeridad, mirando después de cada punto a su padre Nick, su entrenador, con fiereza. Su despliegue fue ejemplar, sin dar opción al francés que entregó su saque en el octavo juego del tercer set con una doble falta. Luego, Mark, no perdonó.

RODDICK-FEDERER

Su rival en la final será un jugador de gran talento, de formidable saque también, ya que hoy hizo 17 "aces" y 34 puntos en total, de un revés liftado impecable, que convirtió en pesadilla el sueño de Roddick. Federer, que había tenido problemas en su espalda contra Feliciano, apenas notó esa molestia. Como Philippoussis, su partido fue impecable, con un 83 por ciento de efectividad con el saque, pero con mayores notas de calidad en el juego desde el fondo. Rápido, convencido de que podía convertirse en el primer suizo que alcanzaba la final, tampoco dejó escapar una vez su saque. Y aprovechó la primera oportunidad para robar el de Roddick, algo que haría en cuatro ocasiones.

La jornada, cuatro de julio, fiesta oficial de Estados Unidos, resultó fatal para Roddick que no pudo seguir al pie de la letra los consejos que su entrenador Brad Gilbert le dictaba. Para Federer sin embargo significó hacer realidad un sueño. "Siempre veía las finales de Wimbledon por televisión, es mi torneo", dijo el hombre que logró detener aquí a Pete Sampras en el 2001. Ahora puede presumir de ser el primer suizo que alcanza la final de Wimbledon. Ha desbancado incluso a la gran referencia helvética, Marc Rosset, campeón olímpico en Barcelona 92 y semifinalista en Roland Garros en 1996.

 
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