El Gobierno británico también plagió su primer informe sobre Irak
Parte de la información se encuentra en Internet, en una tesis de hace doce años
El primer informe del Gobierno británico sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Irak, presentado en septiembre de 2002, contiene información desfasada y plagiada, además de datos recabados en Internet, revela hoy "The Independent".
La polémica desatada en el Reino Unido sobre la cuestionable fiabilidad de la documentación aportada el gobierno para justificar la guerra en Irak surgió a raíz de otro informe presentado en febrero de este año y que ha sido bautizado por los medios como el "dossier dudoso". Este último incluía información recabada de Internet que pertenecía a la tesis de un estudiante realizada hace doce años.
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Según el diario británico, el primer dossier incluye seis apartados sobre las supuestas armas del derrocado régimen de Sadam Husein que fueron extraídos de informes que habían sido elaborados 21 meses atrás.
Entre la información plagiada figuran menciones a misiles balísticos, programas de desarrollo de armas nucleares, utilización ambivalente de material civil, mapas que muestran que las bases británicas en Chipre estaban al alcance de los misiles iraquíes y el supuesto plan de dominación regional de Sadam Husein.
Sin embargo, el primer ministro británico, Tony Blair, defendió encarecidamente el informe esta misma semana. En su momento, Blair escribió en el prólogo del dossier que éste se basaba, en gran parte, en el trabajo del Comité Conjunto de Inteligencia y aseguró que se trataba de material secreto, si bien "The Independent" revela que la información está en Internet.
El documento bebe de varias fuentes de dominio público. Entre ellas un informe del secretario de Defensa estadounidense durante la administración Clinton, William Cohen (enero de 2001) y la comparecencia un mes después ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense del director de la CIA, George Tenet.
Otras fuentes utilizadas son un informe desclasificado de la CIA entregado al Congreso de EEUU, que abarca del 1 de julio al 31 de diciembre de 2000, y un informe sobre Irak elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que se publicó el pasado septiembre en Londres.
Entre los datos plagiados figuran la afirmación de que Bagdad estaba desarrollando "misiles balísticos Al Samud", y que contaba con "técnicos expertos" para equiparlos con "cabezas químicas y biológicas". En el dossier también se acusa al derrocado régimen iraquí de haber intentado adquirir "cantidades significativas de uranio procedente de África".
En el Reino Unido dos comités investigan la posibilidad de que el Gobierno británico "maquillara" sus informes sobre Irak, mientras que en EEUU hay una investigación paralela.