Un cirujano que operó a las siamesas admite que nunca creyó que pudieran sobrevivir
Carson asegura que trataron de convencer a Ladan y Ladeh de que desistieran de la intervención
Los cirujanos que operaron a las siamesas iraníes unidas por la cabeza Ladan y Laleh Bijani aseguran que trataron de convencerlas para que no se sometieran a la operación para separarlas, pero ellas insistieron, según aseguró ayer en una entrevista televisiva un doctor estadounidense que formó parte del equipo que intervino a las siamesas.
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El doctor Ben Carson dijo que él nunca pensó que la operación tuviera una probabilidad razonable de éxito y que los miembros del equipo de cirujanos que operaron a las siamesas hicieron "grandes esfuerzos" para que ellas se arrepintieran. Ladan y Laleh murieron el pasado día 8 tras una intensa hemorragia cuando los cirujanos estaban en la fase final de la operación para separarlas en Singapur.
"Fue imposible disuadirlas", dijo Carson, director de neurocirugía pediátrica del Hospital de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, en una entrevista del programa 'Nightline' del canal ABC News.
"Creo que si un minuto antes de la cirugía nos llegan a decir 'Hemos cambiado de opinión', todos (en el equipo de cirujanos) nos habríamos sentido extremadamente felices", agregó. Las siamesas simplemente insistían en que su vida unidas por la cabeza "era peor que la muerte", dijo Carson en la entrevista.
DECISIÓN REVISADA POR UN COMITÉ ÉTICO
Carson, quien ha realizado tres operaciones exitosas para separar a siameses, fue uno de los tres principales cirujanos que, junto a dos docenas de especialistas y 100 asistentes, realizaron la operación de 52 horas en el Hospital Raffles de Singapur. La decisión de operar a las siamesas fue revisada por una comisión de ética que incluyó no sólo a personal médico, sino a clérigos y políticos, "gente de su propio país", dijo Carson.
Carson también reveló que ya muy avanzada la operación, él consideró seriamente que los cirujanos debían detener el procedimiento, incluso cuando Ladan y Laleh habían pedido a los especialistas de antemano que continuaran a toda costa, porque encontraron un inesperado patrón circulatorio en los cerebros de las siamesas. Sin embargo, un familiar que él no identificó vetó la idea. Desde ese punto en adelante "todos sabían que una de ellas moriría".
Carson considera que la muerte de Ladan y Laleh ha sido una tragedia, pero dijo que se aprendió mucho de la operación. "Lo que ambas contribuyeron a la ciencia perdurará mucho mas que ellas", agregó.