Toda la oposición se une frente a Trillo para criticar el envío de tropas a Irak

El envío de 1.300 soldados españoles a Irak ha provocado una ruptura sin precedentes del consenso político en temas de seguridad. Todos los partidos, salvo el PP, rechazan el envío de tropas a una zona que consideran de altísimo riesgo. El ministro de Defensa, Federico Trillo, insistió ayer por la tarde -durante su comparecencia en la comisión de Defensa del Congreso- en que se trata de una misión de paz. Sin embargo, añadió de forma muy retórica, que los soldados españoles podrán usar la fuerza e incluso matar.

Trillo dijo textualmente: "el derecho a la autodefensa individual estará garantizado por medio del empleo mínimo de la fuerza que debe entenderse como aquella que, incluyendo la letal, se limita en su nivel de proporcionalidad así como en su duración e intensidad". Según el ministro, la zona en la que se van a desplegar los soldados españoles -Al Qadisiya y Najaf- es relativamente segura aunque reconoció que hay situaciones de riesgo. Añadió que la amenaza de que se produzcan ataques suicidas contra los soldados españoles es baja.

Los primeros soldados españoles llegarán a Irak entre el jueves y el domingo de la semana que viene. El grueso del contingente saldrá de la base aérea de Torrejón entre los días 10 y 13 de agosto. Según Trillo, la fecha definitiva dependerá de la disponibilidad de los aviones de transporte. De los 1.300 soldados españoles que van a viajar, 455 pertenecen a la brigada ligera aerotransportada con base en Pontevedra, 360 al tercer tercio de la Legión de Almería y 153 a la agrupación de apoyo logístico número 41 de Zaragoza. El resto procede de media docena de unidades. Los soldados estarán bajo el mando de Polonia y el adjunto español al jefe polaco será el general de brigada Ricardo Martínez Isidoro. En este caso Trillo sí ha respetado la propuesta del Estado Mayor del Ejército, algo que no hizo al nombrar como jefe de brigada al general Alfredo Carmona Torres, que mandará a los soldados españoles y también a los 1.200 efectivos enviados por Honduras, República Dominicana, El Salvador y Nicaragua.

El ministro de Defensa aseguró que la resolución 1.483 de la ONU legitima plenamente la actuación de las fuerzas españolas. Sin embargo, desde el PSOE Manuel Marín, le replicó que para lo que la ONU da autorización al gobierno español es para convertirse en una fuerza de ocupación. Marín añadió que no entiende por qué no le dicen la verdad al Parlamento y la opinión pública.

Por cierto, Manuel Marín también denunció cómo menospreciaron Londres y Washington la ayuda humanitaria que prestó el buque Galicia en el puerto iraquí de Umm Qasar. Marín esgrimió un informe confidencial del comisionado del gobierno para Irak, Fernando Díez Moreno, sobre sus conversaciones con los máximos representantes norteamericanos y británicos en Bagdad (Bremer y Sawers). Ambos transmitieron a Díez moreno que no consideraban necesaria la labor humanitaria de los soldados españoles y que era mejor que se dedicaran a tareas militares.