Un juez anula la orden de alejamiento de un hombre que maltrata a su mujer minusválida
La mujer sufre esclerosis múltiple y él la culpa de sentirse "infeliz y amargado"
Un juez de Barcelona ha anulado una orden de alejamiento impuesta por un juez de guardia de la ciudad a un hombre que veja e insulta llamando "inútil y desgraciada" a su esposa que sufre esclerosis múltiple y que tiene una minusvalía del 80 por ciento, por lo que tiene que ir en silla de ruedas. La mujer asegura que está "atemorizada" porque la maltrata.
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El titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona ha condenado al acusado, R.C.G., a pagar una multa de 30 euros por una falta de vejaciones, pero ha anulado la orden alejamiento de dos meses del domicilio conyugal y de ella impuesta por el juez que recibió la denuncia de la mujer, porque entiende que no existe "fundamento que pudiera justificar su mantenimiento".
A pesar de que el juez que tramitó la denuncia consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de malos tratos y que, ante el "temor" de la mujer a posibles represalias, prohibió al acusado acercarse a la mujer, el magistrado que celebró el juicio desestimó que los hechos pudieran considerarse delito.
El pasado 14 de julio, la mujer presentó una denuncia contra su marido en la que aseguraba que èste la insulta habitualmente y la maltrata físicamente. La denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, explicaba que desde que hace un año su dolencia evolucionara "dejándola impedida para la realización de las funciones básicas", se ha ido "produciendo un clima de crispación e irritación por parte de su esposo".
"INFELIZ Y AMARGADO"
El escrito, que acusaba al hombre de un delito de malos tratos y un delito de coacciones en el ámbito familiar, señalaba que el hombre la maltrataba porque "la culpa de que sea èl infeliz y de encontrarse amargado".
Según la denuncia, el maltrato ha sido principalmente psicológico con insultos como "inútil" o "desgraciada" cuando ella se caía al suelo. Además, retrasaba el momento de acercarle la silla de ruedas para que pudiera hacer sus necesidades o la amenazaba constantemente con encerrarla. Según la mujer, tampoco permitió que su madre entrara en su casa.
Tambièn, según el escrito, la tiraba boca abajo en la cama "con muy malos modos", y "hace dos meses" la cogió fuertemente del cuello, y aunque al principio pensó que era una broma, al ver que apretaba cada vez más se puso a chillar, lo que provocó que el acusado se apartara.
"A MENOS DE 250 METROS"
El mismo 14 de julio, y tras la interposición de la denuncia, el Juzgado de Instrucción número 25 de Barcelona, en funciones de guardia, acordó dictar una medida cautelar de alejamiento del hombre respecto a su esposa y al domicilio "con prohibición de aproximarse a menos de 250 metros" de ella y de su casa durante dos meses.
En el auto, al que ha tenido acceso Europa Press, se señalaba que los hechos "pudieran ser constitutivos de un delito continuado de malos tratos en el ámbito familiar", por lo que atendiendo "al evidente estado de temor inducido por los actos del imputado" le prohibió acercarse a la mujer advirtiendo al hombre que el incumplimiento de la medida "constituirá un delito de quebrantamiento de medida y desobediencia grave a la Autoridad Judicial".
Despuès de que la causa fuera a reparto y se tramitara como juicio inmediato, el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona decidió que "del contenido de la denuncia" se desprendía que los hechos podían ser considerados una falta de malos tratos en el ámbito familiar" pero no un delito.
Sin embargo, la orden de alejamiento continúa vigente ya que el abogado de la mujer, que cuenta con 53 años y que no puede valerse por si misma, ha recurrido la sentencia, con lo que la anulación de la orden de alejamiento no es firme hasta que se pronuncie la Audiencia de Barcelona sobre el caso.