Ocho estados de la costa este sufrieron 14 horas de oscuridad en el gran apagón de 1965

Los distintos apagones que azotan desde hace más de dos horas a varias ciudades estadounidenses y canadienses tienen un famoso precedente histórico: el 9 de noviembre de 1965 un gran apagón eléctrico dejó a ocho estados de la costa este norteamericana paralizados durante catorce horas. Pasadas las 17:00 horas, más de 35 millones de personas se quedaron a oscuras.

Las escenas que se sucedieron en aquella jornada fueron muy similares a las que actualmente se están viviendo: caos circulatorio, ciudadanos atrapados en ascensores, bloqueo total de las redes de metro, alerta en los aeropuertos y nerviosismo entre la población.

En aquella ocasión, la red eléctrica que une la costa noreste de EEUU con Canadá se vio colapsada. Los sistemas de protección de la red fallaron y la sobrecarga derivó en el apagón de catorce horas, que causó pérdidas millonarias a multitud de empresas y dejó en evidencia la vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas de las ciudades más importantes de EEUU.

Múltiples fueron las explicaciones sobre el origen del gran apagón de 1965, dependiendo de la fuente. Así, en un primer momento las autoridades señalaron que problemas en la estación eléctrica de Niagara Falls fueron la causa (esta hipótesis es la primera que se ha ofrecido para explicar los apagones ocurridos en el día de hoy).

Otras voces críticas con el Gobierno señalaron que las autoridades no supieron evitar un gran sabotaje en la red eléctrica. Entre la ciudadanía se barajó todo tipo de explicaciones, siendo las especulaciones más difundidas la que señaló que la mano de Moscú se encontraba tras el apagón y la que lo relacionó con la presencia en cielo norteamericano de aeronaves extraterrestres.

APAGÓN = BABY BOOM

Paralelamente, el gran apagón de 1965 se ha relacionado tradicionalmente con un presunto 'baby boom', siendo muy habitual la teoría que relacionaba las 14 horas de oscuridad con una noche de lujuria. No obstante, los datos demuestran que no se trata más que de leyenda: el índice de natalidad en las zonas afectadas incluso descendió en 1966. Puede que el apagón alimentara la pasión aquella noche, pero los amantes parece que a oscuras tomaron precauciones.

En cambio, aquella noche sí fue inolvidable para muchos delincuentes comunes y expertos del pillaje. Los testimonios policiales señalan que la alteración del orden fue tal que se convirtió en imposible garantizar la seguridad de comercios y viviendas.