A falta de compromisos sobre Irak, Bush y Putin piden a Irán y Corea del Norte que abandonen sus programas nucleares
Putin condiciona el envío de tropas a Irak a la nueva resolución de la ONU que promueve EEUU
Los presidentes de EEUU y Rusia no lograron un compromiso que permita el envío de tropas rusas a Irak, pero sí se mostraron de acuerdo en presionar a Irán y Corea del Norte para que abandonen los programas nucleares que supuestamente desarrollan.
George W. Bush y Vladimir Putin cerraron este sábado dos días de discusiones centrados en Irak, pero sin que el gobernante ruso mostrara indicios de avances en la posibilidad de enviar fuerzas a Irak hasta que en la ONU se acuerde una nueva resolución.
"El alcance y el nivel de la participación de Rusia serán determinados cuando conozcamos los parámetros de la nueva resolución", afirmó Putin en una conferencia de prensa conjunta.
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La nueva resolución de Naciones Unidas debe regular el alcance de la mayor participación de esta organización en la reconstrucción y normalización política de Irak.
La reunión presidencial de Camp David (Maryland) cerró una semana de esfuerzos diplomáticos estadounidenses en la ONU por lograr que otros países contribuyan con tropas o dinero a la transición en Irak.
Bush aseguró que no está desalentado por la falta de compromisos recogidos hasta ahora. "Reconozco que algunos países se inhiben de participar por la falta de una resolución". Por ello, insistió en que "estamos trabajando para lograr una resolución satisfactoria en la ONU".
Preguntado sobre las diferencias que separaron a la Casa Blanca del Kremlin antes y durante la guerra de Irak, Bush dijo que ambos gobiernos están trabajando para dejarlas atrás.
Putin indicó que Rusia quiere que la pacificación en Irak y la devolución del poder a los iraquíes se haga "lo antes posible", pero reconoció que "es un proceso muy complejo" que debe ir "paso a paso".
Ante la falta de avances claros en Irak, los dos presidentes, que aparecieron vestidos de oscuro y sin corbatas, sí mostraron un frente común sobre Irán y Corea del Norte, a quienes pidieron que pongan fin a los programas nucleares militares, que en el caso iraní sólo es una sospecha.
"Urgimos firmemente a Irán para que cumpla totalmente todas sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación", añadió Bush.
Putin, por su parte, dijo que EEUU y Rusia quieren enviar a Irán "una señal clara pero respetuosa" de que debe aumentar su cooperación con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).
Este organismo pidió a Teherán que permita antes del 31 de octubre la entrada de inspectores en el país, y ha encontrado nuevas trazas de uranio enriquecido en suelo iraní.
Sin embargo, ninguno de los dos presidentes respondió claramente a una pregunta acerca de si Rusia se habría comprometido a suspender su cooperación nuclear con Irán, que tanto Moscú como Teherán afirman está destinada a una central de producción de energía.
Sobre Corea del Norte, Bush dijo que "urgimos firmemente" a ese país "para que ponga fin de forma completa, verificable e irreversible a su programa nuclear".
Putin señaló que el régimen norcoreano debe abandonar su programa nuclear, pero manifestó su opinión de que el progreso en las conversaciones con ese país "debe ir acompañado con la concesión de garantías a Corea del Norte en la cuestión de la seguridad".
Esta idea es una novedad, ya que recoge las aspiraciones del régimen de Pyongyang de que EEUU le garantice que no le atacará o invadirá (como hizo con Irak) a cambio de abandonar su programa atómico.
En el resto de asuntos tratados, como Chechenia u Oriente Medio, la reunión de Camp David mostró también pruebas del entendimiento entre Moscú y Washington tras la guerra de Irak.
Sobre Chechenia, Bush reconoció por primera vez que el conflicto en esa república rusa forma parte de la guerra contra el terrorismo, una declaración que Rusia lleva años esperando por parte de EEUU.
Aún así, el presidente estadounidense insistió en que el respeto a los derechos humanos debe formar parte de la solución al conflicto checheno.
Y en Oriente Medio, Putin recalcó la postura de que "no hay alternativa razonable" a la Hoja de Ruta propuesta por Bush para lograr la paz entre israelíes y palestinos.