Blair: "Volvería a hacer lo mismo"

Tony Blair no se arrepiente de nada. Así se lo ha dicho a su partido en la conferencia anual que los laboristas celebran esta semana en Bournemouth. "Volvería a tomar la misma decisión", ha asegurado Blair, que se enfrenta a la mayor crisis de su partido desde que tomó las riendas del Gobierno británico.

El primer ministro británico ha querido atajar las críticas por la participación del Reino Unido en la guerra de Irak. En su discurso en el congreso del Partido Laborista, Blair ha asegurado que "volvería a tomar la misma decisión", pese a que respeta y comprende que pueda haber opiniones discrepancias en todo el país y en el interior de su propio partido.

"La guerra de Irak dividió a la comunidad internacional, al país y a este partido" ha dicho Blair, "pero un primer ministro tiene que tomar decisiones". "Sé que mucha gente cree que el camino que tomamos no fue el correcto, pero sólo pido una cosa: critiquen mi decisión, pero al menos comprendan por qué la tomé y que la tomaría de nuevo".

El premier británico ha insistido en que "Irak es ahora un sitio mejor sin la presencia de Sadam Husein, que ha traficado con armas de destrucción masiva, que ha engañado a su pueblo", independientemente de la guerra y las circunstancias que han venido después. En este sentido, también ha asegurado el compromiso de su Gobierno con la transición en Irak: "Nosotros que iniciamos la guerra, debemos conseguir la paz".

APOYO PARA UN TERCER MANDATO

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Blair, una vez dejó claro que no piensa "dar un paso atrás" en su estrategia, solicitó el apoyo de su partido para lograr un histórico tercer mandato en el Gobierno. Ante un partido dividido por la crisis de la guerra en Irak, Blair abogó por la unidad para ganar las próxima elecciones generales, previstas para mediados de 2005 ó 2006, y prometió escuchar al país para recuperar la confianza del electorado.

"La disyuntiva es dar un paso hacia adelante o un paso hacia atrás. Yo sólo conozco un camino. Yo no doy marcha atrás", afirmó el líder laborista en el abarrotado centro de conferencias de la ciudad costera de Bournemouth.

Muy aplaudido durante su discurso, el primer ministro recordó que el laborismo lleva "seis años y medio" en el poder, advirtió de que "ésta es una oportunidad que se puede aprovechar o perder" y subrayó que "es hora de la renovación pero no de la retirada".

El primer ministro también tocó el asunto del ingreso de su país en el euro, su gran ambición política, y declaró que "sería una locura para el Reino Unido abandonar la idea de adoptar la monada única".

Además, Blair dedicó palabras a ensalzar algunos de los logros de sus seis años en el Gobierno, como el acuerdo de paz de 1998 para el Ulster; la devolución de poderes autónomos a Irlanda del Norte, Escocia y Gales y la bajada del desempleo y la inflación.