La Iglesia Episcopal de EEUU consagra a su primer obispo abiertamente homosexual
36 obispos afirman que el "estilo de vida de Robinson es incompatible con las Escrituras"
Gene Robinson ha sido consagrado hoy obispo de la Iglesia Episcopal de EEUU, convirtiéndose así en el primer jefe abiertamente homosexual de una diócesis cristiana, la del estado de New Hampshire. Los grupos conservadores celebraron una ceremonia alternativa y amenazan con un cisma.
Ante 4.000 personas, entre ellas su pareja desde hace 14 años, Robinson, de 56 años, fue consagrado como el primer jefe de una diócesis abiertamente homosexual por una confesión cristiana importante. Pero la polémica que ha rodeado su elección le siguió hasta la ceremonia, celebrada en la Universidad de Nuevo Hampshire, estado del que ya es obispo.
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La ordenación de Robinson, que está divorciado y tiene dos hijas, amenaza con provocar un cisma en la Iglesia Episcopal estadounidense, que cuenta con 2,3 millones de miembros, y refleja la división respecto a la homosexualidad en el seno de la Iglesia
Anglicana, con 77 millones de seguidores en todo el mundo, a la que la confesión estadounidense pertenece.
Si el cisma se materializa, podría dar lugar a una serie de demandas entre las diferentes corrientes para conseguir el control de las propiedades de la Iglesia en Estados Unidos. El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, el líder espiritual de los anglicanos, dijo el sábado que las divisiones dentro de la Iglesia Anglicana eventualmente desaparecerán.
No obstante, el sínodo de esta congregación advirtió a mediados de octubre en Londres que el futuro de la Iglesia "puede peligrar" si la consagración de Robinson se concretaba. El sínodo no llegó a una conclusión concreta sobre si acepta o no
la homosexualidad entre el clero, y se limitó a ordenar la formación de una comisión especial encargada de hacer una "reflexión teológica" sobre los actuales desafíos que afronta.
OPOSICIÓN DE OTROS 36 OBISPOS DE EEUU
El rito obliga a preguntar a la congregación si "hay alguna razón por la cual no debiéramos seguir adelante" y el obispo adjunto de Albany, David Bena, y el reverendo Earle Fox, de la Diócesis de Pittsburgh, expresaron su desacuerdo con la ordenación. Bena leyó una declaración en nombre de 36 obispos de EEUU y Canadá que señalaba que el "estilo de vida de Robinson es incompatible con las Escrituras y las enseñanzas de esta Iglesia", mientras que Fox habló negativamente de la homosexualidad.
Los grupos conservadores ni siquiera entraron al recinto, ya que boicotearon su consagración y celebraron su propia ceremonia en una iglesia cercana. Fuera del recinto, un grupo de manifestantes gritaba eslóganes contra Robinson y portaba carteles que decían "Dios odia a los maricas", mientras otro grupo se manifestaba a su favor, ambos separados por agentes de la policía montada.
El Consejo Anglicano de Estados Unidos, uno de los grupos conservadores, ha calificado la elección de un homosexual no célibe como obispo como "una innovación escandalosa de la doctrina, la disciplina y el culto de la Iglesia Episcopal". Además, ha denunciado que muchos feligreses han dejado la Iglesia por su desacuerdo con esta medida. El Consejo pretende crear una red de diócesis y parroquias conservadoras que se adhieran a las creencias tradicionales y que podría convertirse en una confesión nacional independiente.
"UN GRUPO DE CRISTIANOS NO RECONOCIDO POR LA IGLESIA"
Cincuenta y cinco obispos manifestaron con su presencia en la ceremonia su apoyo al nuevo mitrado, quien considera que su nombramiento sirve para reconocer el papel de un grupo, el de los homosexuales, que "durante siglos se han visto relegados al margen de la sociedad".
El obispo actual de Nueva Hampshire, Douglas Theuner, que se retirará el próximo 7 de marzo, alabó a Robinson durante el sermón y dijo que el prelado se convertirá en "un símbolo de la unidad de la Iglesia", puesto que "traerá a nuestra hermandad a un grupo entero de cristianos hasta ahora no reconocidos en la Iglesia".