El presidente de Georgia amenaza con entregar el poder al Ejército si la Cámara no aprueba el estado de excepción

Georgia quedó hoy sumida en un auténtico caos, después de que la oposición al Gobierno de Eduard Chevardnadze se adjudicara la Presidencia de esta ex república soviética y empujara al mandatario a declarar el estado de emergencia. Un portavoz del presidente ha asegurado que éste está dispuesto a entregar el poder al Ejército si el Parlamento no aprueba el estado de excepción en 48 horas.

"Declaro el estado de emergencia", dijo Chevardnadze en declaraciones transmitidas en vivo por la televisión después de que cientos de manifestantes opositores que pedían su renuncia tomaran al asalto el edificio del Parlamento.

La oposición declaró a la presidenta del Parlamento saliente, Nino Burdjanadzé, como presidenta provisional de Georgia. "Según la Constitución, Nino Burdjanadzé es la presidenta del país hasta que se celebren nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales", dijo el líder de la oposición radical, Mijail Saakachvili.

La oposición había denunciado un fraude masivo en las elecciones del pasado 2 de noviembre, en las que fue declarado como ganador el partido de Chevardnadze, y exigió la renuncia del mandatario y la convocatoria de nuevos comicios.

Al comienzo de la jornada, los manifestantes lograron entrar en el Parlamento con sus banderas roji-blancas mientras el presidente pronunciaba su primer discurso después de las polémicas elecciones, obligando al mandatario a escapar por una puerta trasera rodeado de guardaespaldas. "Un golpe de Estado se ha producido en Georgia", señaló poco después una escueta declaración de la Presidencia.

Horas más tarde, unos 3.000 opositores tomaron el edificio de la Presidencia a pesar de una suave resistencia de la Policía, y anunciaron que mantendrían la ocupación "hasta la llegada" de Burdjanadzé.

Hacia la noche, unos 30.000 manifestantes se concentraron en la plaza de la Libertad de Tiblisi para exigir la renuncia de Chevardnadze, según las estimaciones de Saakashvili. "Le damos 45 minutos para hacer eso. Luego iremos y lo tomaremos", dijo el dirigente opositor.

Unos 10.000 opositores que cantaban "¡renuncia, renuncia!" rompieron el cordón policial y marcharon hacia las oficinas del mandatario, sin que los gases lacrimógenos arrojados por la Policía consiguieran detenerlos.

Los manifestantes abrazaban y besaban a los oficiales mientras se abrían camino. Pese a las advertencias acerca de que las protestas podrían terminar en una sangrienta guerra civil, Saakashvili aseguró que las manifestaciones continuarán siendo pacíficas.

48 HORAS DE PLAZO

Antes de abandonar la capital el presidente georgiano, Eduard Chevardnadze, anunció en un discurso para la televisión que ha proclamado el estado de excepción durante 30 días y dijo que castigará a "todos los criminales" que entraron en el Parlamento del país en el momento en el que se inauguraba la Cámara tras las controvertidas elecciones del 2 de noviembre.

"Castigaremos a todos los criminales", señaló en alusión a los miembros de la oposición que entraron en el Parlamento reclamando la dimisión del presidente. "Arrestaremos a los que han violado la ley. Decreto ahora el estado de emergencia y debemos recuperar el orden en el país", añadió.

"El populacho ha hecho irrupción en el Parlamento, no puedo calificarlo de otra forma", señaló el presidente en alusión a la entrada de los manifestantes en el hemiciclo, tras lo que tuvo que salir del lugar del forma precipitada.

"Hoy hemos escapado a una gran desgracia", continuó en su discurso televisado. "He pedido al ministro del Interior que los deje pasar. El ministro ha seguido mi orden, ya que podría haber cogido las armas", señaló.

"Era un intento de golpe de Estado y un intento de quitar al presidente", señaló Chevardnadze. "Estaban armados. Si hubiera permanecido dos minutos más, hubiera habido un intento de asesinato contra mí", concluyó.

Tras esta declaración uno de los portavoces presidenciales ha asegurado que el presidente está dispuesto a entregar el poder al Ejército si el Parlamento no aprueba el estado de excepción en un plazo de 48 horas.

LA TV PÚBLICA DEJA DE TRANSMITIR

A primera hora de la noche, la primera cadena de la televisión pública georgiana dejó de transmitir, sin que hasta el momento se conozcan las razones de este corte. "No sabemos qué es lo que pasa, estamos desconectados", declaró un responsable de la cadena estatal a la AFP.

La principal cadena independiente Rustavi 2, muy popular, y que ha seguido de cerca durante estas últimas tres semanas las manifestaciones de la oposición, afirmó por su parte que las autoridades se disponían también a desconectarla. Mientras, manifestantes de la oposición se dirigían hacia la sede de esta cadena.

Por otra parte, la Presidencia georgiana informó de que Chevardnadze había mantenido sendas entrevistas telefónicas con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Según la Presidencia, Powell le comunicó su "inquietud frente a la evolución no constitucional de la situación" en esta ex república soviética, "aprobó la acción de las fuerzas del orden que pudieran evitar toda profusión de sangre" y dijo que pronto viajaría a Georgia.

Por su parte, Putin también dijo estar "inquieto" y manifestó su esperanza de que "la crisis sea resuelta de manera pacífica en el marco de la Constitución", agregó la Presidencia de Georgia.

IVANOV DE MEDIADOR

La gravedad de la situación impulsó a Rusia a anunciar el envío a Georgia de su ministro de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, pero aseguró que sus tropas estacionadas en el país no intervendrán en el conflicto.

"Las tropas rusas (...) no se involucrarán en la situación en Tiblisi, al considerala una situación interna de Georgia", anotó la agencia de noticias Interfax citando al portavoz del Ministerio de Defensa.

La evolución de la situación en Georgia fue objeto de consultas entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y dirigentes de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI, ex URSS menos los países bálticos), según el portavoz del Kremlin, Alexei Gromov.

La misión de Ivanov -cuya fecha no fue precisada- se resolvió después de un acuerdo con el presidente en ejercicio de la CEI, el jefe del Estado ucraniano, Leonid Kutchma, agregó el portavoz.

Al respecto, la CEI juzgó "inadmisible" todo golpe de fuerza "inconstitucional" en Georgia y llamó a la oposición a respetar la democracia.

"Fuerzas políticas están dispuestas a tomar el poder de manera inconstitucional. Dicha vía es inadmisible para todos los Estados democráticos. Los países de la CEI llaman a todas las fuerzas políticas de Georgia, interesadas en la independencia y la integridad territorial de su país, a volver a la vía de la democracia y la Constitución", declaró Kutchma en un comunicado.