La presidenta del Parlamento llevará las riendas de Georgia hasta las elecciones
EEUU ofrece toda su colaboración al nuevo Ejecutivo
En Georgia, ha triunfado la "revolución de terciopelo", la revuelta popular que exigía la dimisión del presidente Eduard Shevardnadze por el fraude electoral del pasado 2 de noviembre. Shevardnadze, de 75 años, ha asegurado que deja su cargo para evitar un derramamiento de sangre.
La presidencia de la ex república soviética está ahora -de forma provisional- en manos de Ninó Burdhanadze, la presidenta del parlamento georgiano. No obstante, antes de 45 días se tienen que celebrar elecciones presidenciales. Todo apunta a que ganará el hasta ahora jefe de la oposición y líder nacionalista, Mijail Saakashvili.
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Precisamente, Saakashvili dio ayer por la tarde un ultimátum a Shevardnadze para que renunciara. Le dijo que si no dimitía antes de las tres de la tarde (hora española), asaltaría con sus partidarios la residencia en la que se había atrincherado el sábado. Después prolongó una hora el ultimátum y quince minutos antes de que expirara, Saakashvili se desplazó hacia la residencia acompañado por el ministro ruso de exteriores, Igor Ivanov.
Una hora después, Ivanov abandonó la residencia y se dirigió al aeropuerto. Daba por concluida su misión. A los pocos minutos, Shevardnadze compareció ante la prensa para anunciar su renuncia. Dijo: "nunca he ido contra mi pueblo, por eso es mejor que dimita ahora y todo termine pacíficamente. Si hubiera hecho uso de mis derechos (es decir, imponer el orden) se habría producido un derramamiento de sangre".
Ahora mismo se desconoce el paradero de Eduard Shevardnadze. La presidenta interina ha asegurado que había abandonado el país después de dimitir. Según el aeropuerto de Tbilisi, la capital georgiana, Shevardnadze despegó a bordo de un avión con rumbo desconocido.
Todo indica que su destino sería Alemania, aunque no hay nada confirmado. Las autoridades germanas se han limitado a decir que Shevardnadze sería bienvenido si decide exiliarse. En Alemania, goza de muy buena reputación por el papel que desempeñó en la caída del muro cuando era ministro de exteriores de Mihail Gorbachov. No obstante, un portavoz del ya ex presidente georgiano ha asegurado que Shevardnaze seguía en su residencia con su familia y que no tenía intención de abandonar el país, al menos no esta pasada noche.
UNA NUEVA ELITE DE DERECHAS Y CERCANA A EEUU
Mijail saakashvili -el líder de la oposición y gran favorito para ganar las próximas elecciones- es un jurista de 36 años que estudio en Georgia y en Estados Unidos. Se hizo políticamente a la sombra de Shevardnadze. Llegó incluso a ser su ministro de Justicia pero hace dos años rompió sus relaciones con el presidente por su negativa a hacer frente a la corrupción.
Ese gesto le granjeó una gran fama entre los georgianos y fundó el partido Movimiento Nacional Unido. El año pasado ganó las municipales de Tbilisi y era el gran favorito para las legislativas del pasado 2 de noviembre. De hecho, fue él quien denunció públicamente que los comicios habían sido un fraude.
La actual presidenta del Parlamento y provisional Jefa de Estado, Ninó Burhanadze, tiene 39 años y es líder del Bloque Electoral de Demócratas. También creció políticamente a la sombra de Shevardnadze. En 2001 llegó a la presidencia del Parlamento en sustitución de Zurab Zhvania, que está considerado como el ideólogo de la oposición.
Estados Unidos ha ofrecido su colaboración a los nuevos dirigentes georgianos. El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, ha asegurado que Washington y la comunidad internacional están preparados para apoyar al nuevo gobierno para que celebre elecciones libres y democráticas.
Según Boucher, Colin Powell ha hablado en las últimas horas con Eduard Shevardnadze y con la nueva jefa de Estado interina.




