Aznar se despide con una bronca y crispada sesión de control

La última sesión de control al Gobierno protagonizada por José María Aznar se ha convertido en un agrio debate. Las críticas al nuevo Gobierno catalán, las promesas incumplidas lanzadas por Aznar hace ocho años y su violación de la Constitución fueron moneda de cambio entre el presidente y el líder de la oposición.

El presidente del Ejecutivo llegó a decir que ve con "asombro general" los acuerdos "increíbles" que han permitido a Pasqual Maragall convertirse en presidente de la Generalitat.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le recordó que ha sido el Gobierno el que acaba de ser acusado por el Tribunal Constitucional de violar la Carta Magna.

El último cara a cara con Rodríguez Zapatero fue muy duro. El líder socialista le recordó que hace nueve años prometió que su Gobierno no influiría en la Justicia, que dignificaría el Parlamento e incluso "llegó a decir" que impulsaría la imparcialidad de la televisión pública.

Sin embargo, se marcha tras aprobar en solitario y en el Senado la reforma del Código Penal, con un Fiscal General "entregado a la defensa del Gobierno" y vulnerando la Constitución, como sentenció este martes el Tribunal Constitucional.

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"¿No le parece un pobre balance para eso que hablaba usted de la regeneración democrática?", le preguntó el líder socialista. Aznar respondió en su primer turno de réplica asegurando que la reforma del Código Penal supone un fortalecimiento de la ley y de las instituciones, lo que, al mismo tiempo, supone fortalecer "la calidad democrática en España".

"Respete la Constitución, señor Aznar", fue lo primero que le dijo Rodríguez Zapatero a Aznar en su réplica. Acto seguido le recordó que el Gobierno del PP ha sido "tan legítimo como el que hoy hay en Cataluña". Le reconoció sus méritos de Gobierno en la primera legislatura, pero le reprochó que, con la mayoría absoluta, se sintió "a sus anchas".

A juicio de Rodríguez Zapatero, Aznar ya no puede ser solución a los problemas internacionales, territoriales y de los ciudadanos porque "su proyecto está tan agotado como su mandato".

Aznar elevó el tono de crispación y aseguró que lo único que ha hecho Rodríguez Zapatero ha sido "pactar por un trocito de poder" cuando alguien ha propuesto un referéndum ilegal, en este caso en Cataluña. Dijo ver con "asombro general" los "acuerdos increíbles" que ha firmado el PSC para gobernar en esta comunidad autónoma y le reprochó al líder de la oposición que haya "abdicado de su responsabilidad" que haya hecho que su partido "deje de ser nacional" con lo que se ha convertido en un dirigente "insolvente".

"ROBIN HOOD DE ESPAÑA"

Con anterioridad, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, le preguntó qué relación mantendrá con ese Gobierno en Cataluña. La relación "propia" del Gobierno con una comunidad "de la nación española", respondió Aznar.

Llamazares le recordó que el de Maragall es un Gobierno legítimo, mayoritario y plural, y le reprochó que alimente la "confrontación". El líder de IU también tachó a Aznar de "Robin Hood de España" que sólo se dedica a "criminalizar a todo el que discrepa". "Eso no es un gobierno democrático, señor Aznar", sentenció.

Aznar le contestó con dureza al recordarle que ha habido diputado que han puesto en duda la legitimidad de la mayoría absoluta del PP, incluyendo a Llamazares. Y terminó, además de con nuevas críticas al Gobierno catalán, asegurando que "algunos" han perdido ya hasta el sentido común.

Al final, y a pregunta del portavoz del PP, Luis de Grandes, Aznar sólo se despidió de los diputados de su propio grupo. Aseguró que ha sido "un honor" ser presidente del Gobierno durante ocho años y agradeció la "lealtad" de su grupo, pero no hubo ningún tipo de referencia a los demás parlamentarios.

Durante el debate sobre la Cumbre de la UE, los portavoces de la oposición aprovecharon para reprochar a Aznar su falta de diálogo, sobre todo durante la segunda legislatura.