Comienza en Bombay la cuarta edición del Foro Social Mundial
La cita se prevé más combativa e internacionalizada que las anteriores
El Foro Social Mundial, que nació en Brasil con una clara identidad latinoamericana, congrega desde hoy en Bombay (India) a decenas de miles de activistas contra la globalización. El gran ausente de la cita será uno de los fundadores, el presidente brasileño Luis Inacio "Lula" Da Silva.
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El cuarto Foro Social Mundial reunirá a monjes budistas, campesinos brasileños, 'intocables' hindúes y feministas mexicanas bajo la ya célebre consigna 'Otro mundo es posible'. Ya se han inscrito 76.000 delegados y activistas, además de 3.000 periodistas, según explicó el portavoz del Foro, Gautam Mody, quien cree posible que se llegue a los 120.000 participantes, dado que la inscripción continúa abierta hasta mañana. En enero del año pasado, el número de participantes en el III FSM fue de 100.000 personas.
En su primera edición este evento reunió a 20.000 activistas del movimiento contra la globalización, pasaron a ser 75.000 en la segunda y el año pasado las personas reunidas en el sur de Brasil superaron 120.000, siempre en su enorme mayoría latinoamericanas. Alrededor del Foro fueron surgiendo otras iniciativas paralelas, que hasta el año pasado coincidieron en tiempo y espacio con la gran cita contra la globalización.
Según la Secretaría Internacional del Foro, el 47% de las actividades de la cita india serán organizadas por movimientos asiáticos. Grupos europeos estarán a cargo de un 22% y los latinoamericanos correrán con un escaso 12%.
UN FORO MÁS COMBATIVO
Los analistas estiman que este año el Foro será más radical que los tres anteriores, seguramente por desarrollarse en uno de los países donde el contraste entre ricos y pobres es más claro. El Foro llega además en un contexto internacional más crispado, tras la guerra de Irak y el deterioro de la situación en Oriente Próximo.
Bombay es la capital financiera de India. En ella se genera más de una cuarta parte de los impuestos directos del país. El perfil de su distrito bancario es célebre por sus rascacielos de acero y cristal. En cambio, dos tercios de la población de esta megalópolis viven en caseríos misèrrimos. La mayoría de los hogares carece de saneamiento e incluso de cuarto de baño.
Según el periodista y activista antinuclear indio Praful Bidwai, en un país en el que el 70% de la población vive en áreas rurales, Bombay es "la expresión concentrada de las muchas contradicciones de India": economía orientada a la globalización, desarrollo desequilibrado, creciente desigualdad de género, delincuencia floreciente, inseguridad social, colapso de los servicios públicos y del Estado de derecho, corrupción masiva y democracia en peligro.
APUESTA POR LA INTERNACIONALIZACIÓN
Esta vez, la distancia entre la ciudad india de Bombay y Porto Alegre ha disgregado en buena medida. Los ya habituales foros de magistrados, educadores y autoridades locales se celebrarán a lo largo de este año, pero en otras ciudades del mundo. De los eventos paralelos al Foro Social, sólo llegará a Bombay un encuentro mundial de parlamentarios.
El francés Bernard Cassen, presidente de la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras (ATTAC) y uno de los fundadores del Foro Social, ha admitido que la mudanza a la India supone un "riesgo necesario" para el movimiento. Aunque está claro que los costes del traslado harán imposible para muchas organizaciones latinoamericanas llegar hasta la India, el Foro ha apostado por la "internacionalización".
LULA, AUSENTE
Desde su primera convocatoria en enero de 2001, el Foro Social Mundial ha crecido sin cesar y se ha convertido en una referencia para la izquierda de todo el planeta. El Partido de los Trabajadores (PT), del actual presidente Luiz Inácio "Lula" da Silva, fue uno de los principales impulsores de esta cita, que se presenta como antagonista del Foro Económico Mundial, que anualmente reúne a jefes de Estado y poderosos empresarios en la ciudad suiza de Davos.
"Lula" será el gran ausente de la cita de Bombay. El presidente brasileño irá este mes a la India, pero en visita oficial como invitado de su colega, el presidente Abdul Kalam, y tres días después de que se marchen los activistas contra la globalización.