Sabor asiático en el regreso de las banderas contra la globalización
Foro Social Mundial en Bombay
Bombay
En un ambiente igualmente colorista, pero muy distinto del que reinó los tres años anteriores en Porto Alegre, el Foro Social Mundial volvió a agitar este viernes las banderas contra la globalización en Bombay, que le dio un fuerte sabor asiático al encuentro.
Pese a que el Foro ya ha arrancado, siguen llegando a Bombay los asistentes por tierra, aire y mar, como lo hicieron hoy 700 participantes en el "Peace Boat", que había realizado un crucero con escalas en Japón, Filipinas, Brunei y Singapur y en el que se llevó a cabo un "Foro Social Flotante".
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Malika Sarabhai, una bailarina y activista social india, fue la encargada de dar la bienvenida a los cerca de 78.000 asistentes y las casi 2.500 organizaciones no gubernamentales acreditadas en el Foro en la plaza de NESCO, un antiguo polígono industrial del norte de Bombay reconvertido en un rudimentario centro de convenciones.
COLORES Y TRADICIONES ASIÁTICAS
Sobre un enorme escenario negro, con un fondo también negro en el que se había perfilado en blanco un mapamundi, recibió a los participantes un grupo de baile tradicional indio, que interpretó una danza religiosa.
Antes y después del saludo de bienvenida de Sarabhai, una auténtica riada humana de los más diversos orígenes, con ropas variopintas y banderas y símbolos multicolores, no dejó de inundar la plaza coreando las consignas más diversas.
Grupos dispares que protestaban entre otras muchas cosas, contra la guerra en Irak y el militarismo de EEUU, contra la discriminación de los inválidos y las mujeres, contra el sistema de castas en la India, contra los productos transgénicos y contra la privatización de los recursos hídricos, fueron confluyendo durante horas en el espacio central del Foro.
La banda de música rock "Junoon", que ha viajado desde Pakistán a la India gracias a la mejora de relaciones entre los dos estados en los últimos meses, actiuó ante la multitud y arrancó fuertes aplausos cuando su cantante, Salman Ahmed, se mostró a favor de "no sólo la colaboración, sino la paz" entre ambos países.
En medio de este pandemónium, el alcalde de Porto Alegre, Joao Verle, caminaba confuso y "sorprendido", según confesó, por el número de personas concentradas y la enorme diversidad y diferencia respecto a los tres foros anteriores, celebrados en su ciudad. "Hay un espíritu similar al de Porto Alegre, aunque el público es diferente. Es muy interesante y, aunque América Latina ha perdido
mucho protagonismo, se han ganado las organizaciones asiáticas para el movimiento" contra la globalización, agregó Verle, del Partido de los Trabajadores de Brasil.
Una sensación parecida embargaba a Roland Lacroix, activista francés de la organización Vía Campesina, que agrupa a los sin tierra de 120 países, quien se mostró "impresionado por la enorme concentración" y seducido por el "sabor asiático" que ha ganado el foro. "Hasta ahora, el peso lo llevaban Europa y América Latina, que tienen una raíz cultural común", y por ello hay un "gran contraste entre este Foro y los de Porto Alegre", según su opinión.
Olivio Dutra, Ministro de las Ciudades del Gobierno de Brasil, que se encuentra en el FSM en nombre del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, ratificó que esperan que el Foro vuelva el próximo año a Porto Alegre, como se espera que se decida en Bombay.
Dutra, que fue gobernador del estado de Río Grande do Sul, cuya capital es Porto Alegre, repitió el "apoyo y coincidencias del Gobierno brasileño con el Foro", pese a las críticas recibidas por Lula de reconocidos componentes del movimiento contra la globalización.
Tras la fiesta del viernes, el sábado se iniciarán los debates en múltiples campos, entre los que destacan "tierra, agua y soberanía alimentaria", "globalización, gobierno global y estado nación", "globalización y desarrollo sostenible" y "militarismo, guerra y paz", todos ellos temas recurrentes en los sucesivos foros.
