Davos concluye que con pobreza no se acabará con el terrorismo
El Foro Económico se cerró hoy en la ciudad suiza
Davos
El terrorismo continuará vivo y la economía mundial no podrá reactivarse de manera sostenida si no se resuelve el problema subyacente de la pobreza. Este fue el mensaje del Foro Económico Mundial de Davos, que concluyó hoy en la ciudad suiza con una disminuida presencia latinoamericana, que muchos lamentaron.
Con el lema "Seguridad y prosperidad", los organizadores del Foro de Davos reflejaron bien las principales aspiraciones de una buena parte de países, sobre todo industrializados, preocupados por que los primeros signos de recuperación económica de los últimos meses se traduzcan en un crecimiento sostenido capaz de generar empleo.
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Sin embargo, dirigentes de países en desarrollo y responsables de agencias humanitarias se ocuparon de recordar a políticos occidentales, multimillonarios y directivos de multinacionales que combatir la pobreza es una manera también de luchar contra los odios y los extremismos, así como de lograr un crecimiento económico a largo plazo.
APOYOS CONTRA EL HAMBRE
Dirigiéndose a representantes de empresas que facturan de cientos a miles de millones de dólares, tanto el secretario general de la ONU, Kofi Annan, como el director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, James Morris, pidieron al sector privado que ayude a paliar el problema del hambre en muchas regiones del mundo. Mientras tanto, en un significativo gesto, el magnate de la informática Bill Gates ofrecía mil millones de dólares al Programa de la ONU para el Desarrollo.
Dos representantes muy distintos del mundo en desarrollo fueron el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, y el ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, quien a diferencia de años anteriores fue el único mandatario latinoamericano que participó en la cita anual de Davos. A su manera, ambos coincidieron en que los países industrializados tienen una responsabilidad que cumplir frente a los pobres, históricamente postergados por el sistema internacional.
Gutierrez planteó el problema de la corrupción y de la deuda externa, un fardo que pesa sobre las inestables economías latinoamericanas, y pidió corresponsabilidad de acreedores y deudores. En ambos casos -dijo- hay dos partes involucradas, a pesar de lo cual los países ricos y las instituciones multilaterales "han optado por la estrategia del avestruz", lo que podría convertirse en una bomba de espoleta retardada.
El presidente de Pakistán sostuvo que la pobreza en los países árabes constituye "el caldo de cultivo ideal para los extremismos" y abogó por evitar "un nuevo choque de civilizaciones". Así, pidió a los países occidentales que contribuyan a resolver las disputas políticas pendientes, así como a la emancipación socio-económica del mundo musulmán.
CHENEY PIDE A EUROPA MÁS APOYO CONTRA EL TERRORISMO
El discurso más esperado fue el del vicepresidente de Estados Unidos, Richard Cheney, que se centró en la guerra contra el terrorismo y pidió a todos un mayor esfuerzo militar para hacer frente a los nuevos desafíos en materia de seguridad o para el caso en que falle la vía diplomática.
En una de sus pocas intervenciones públicas, Cheney habló de éxitos en Irak, justificó la guerra y sus resultados y obvió mencionar el caos en el que está sumergido ese país incluso tras la captura de su ex dictador, Sadam Husein.
Paralelamente a esos llamamientos políticos, Davos consagró gran parte de su programa a debatir economía, del cual China surgió como la estrella indiscutible, una especie de "El Dorado" de este siglo XXI.
Por el contrario y pese al optimismo sobre el repunte de las principales economías, los enormes déficit acumulados por Estados Unidos y sus desequilibrios estructurales generaron preocupación entre los analistas, al igual que las consecuencias que podría tener sobre la economía europea que el euro continuara su tendencia alcista.