Más de 50 muertos en un nuevo atentado en una comisaría en Irak

Una cincuentena de personas han muerto y 150 han resultado heridas, en su mayoría civiles, en la explosión de un coche bomba registrada hoy frente a una estación de policía situada al sur de Bagdad.

La explosión que a las 07.30 de esta mañana (hora española, 09.30 en Irak) ha sacudido una comisaría de Iskandiya -a unos 50 kilómtetros al sur de Bagdad- ha matado sobre todo a aspirantes a formar parte del nuevo cuerpo de policía iraquí.

Un teniente iraquí, Husein Sani, ha explicado el atentado ha tenido lugar en un momento en que centenares de civiles acudían al puesto de policía que allí se encuentra para llenar formularios destinados a ingresar en el cuerpo. Un portavoz de las fuerzas de la coalición, que aseguró que ninguna víctima pertenece a sus fuerzas.

Fuentes policiales locales afirman que el ataque parece ser obra de un terrorista suicida, ya que vieron que la explosión se produjo cuando una camioneta roja pasaba junto a la puerta de la comisaría. Tras conocer la noticia del atentado soldados estadounidenses de la 82 División Aerotransportada cercaron inmediatamente la zona del atentado y prohibieron el acceso a curiosos y a periodistas.

HASTA 55 FALLECIDOS Y UN CENTENAR DE HERIDOS

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Fuentes estadounidenses, que confirmaron que no hay víctimas de esta nacionalidad, afirman que tenían constancia de al menos 35 muertos, pero no descartan que por la potencia de la explosión hayan perdido la vida más personas.

Por su parte, fuentes médicas citadas por las agencias internacionales aseguran que el número de víctimas se eleva al menos a 50, 30 de las cuáles ya han sido identificadas. Un periodista de Reuters ha contabilizado al menos 20 cuerpos en el hospital de la pequeña ciudad de Iskandariya, a 40 kilómetros de la capital, Bagdad. Un médico del hospital aseguró que los muertos podrían ser hasta medio centenar.

OTROS ATAQUES DE LA RESISTENCIA

Esta no ha sido la única acción de la resistencia a lo largo del día: Horas antes, un kamizake se ha inmolado junto a la residencia de un líder local chií en la ciudad de Ramadi, a unos cien kilómetros al oeste de la capital iraquí. No ha habido que lamentar víctimas, aunque cuatro guardaespaldas del líder tribal han resultado heridos.

El último ataque terrorista masivo tuvo lugar el pasado día 1 de este mes en la ciudad de Erbil, en el Kurdistán iraquí. En aquella sangrienta acción perdieron la vida cien personas, pasando a ser el atentado más grave desde que comenzara la guerra de Irak.

El ataque de la comisaría de Iskandiya se produce menos de 24 horas después de que portavoces militares estadounidenses en Irak advirtieran sobre un supuesto plan de la red terrorista internacional Al Qaida de incitar una guerra civil entre los musulmanes chiíes y suníes de Irak.

Un equipo de expertos de la ONU continúa entretanto sus gestiones en Irak para estudiar la posibilidad de celebrar elecciones en el país antes del traspaso de poder, previsto para junio según el plan de EEUU, al que se oponen los líderes chiíes.