Bono, en un heterodoxo discurso de toma de posesión, acusa al PP de prohibir acudir al acto

El nuevo ministro de Defensa, José Bono, ha sorprendido hoy a propios extraño en su discurso de toma de posesión del cargo de ministro de Defensa. Uno de los momentos en que ha dejado atónitos a los presentes ha sido cuando, tras dirigirse a Cándido Méndez y José María Fidalgo afirmó: "Juró hoy que, en tanto que ostente mi cargo no habrá asociaciones sindicales en las Fuerzas Armadas, que es tanto como decirlo en la Guardia Civil, que es cuerpo armado". También ha asegurado que la falta de los invitados del PP se deben a su "falta de testosterona".

El titular de Defensa ha anunciado este compromiso durante el acto de toma de posesión que tuvo lugar este mediodía y en presencia de los líderes sindicales de Comisiones Obreras y UGT, Feliciano Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente.

"Hoy están aquí José María Fidalgo y Cándido Méndez, dos sindicalistas, si no lo ven alguno no lo creen y quiero que frecuentéis más esta casa, porque representáis país y las Fuerzas Armadas también forman parte de este país de una manera muy singular y especial", destacó Bono.

A renglón seguido, el ministro recalcó que ayer domingo había jurado cumplir y hacer cumplir la ley y, tras recalcar a los dos secretarios generales que podían ir al Ministerio cuando quisiera, les lanzó un aviso: "Aquí, labor sindical ya sabéis donde termina, los uniformados, no tienen posibilidad de asociarse sindicalmente, lo dice la Ley, y he jurado cumplirla y hacerla cumplir y os juro que mientras sea ministro de Defensa y el presidente del Gobierno lo sea de España, no habrá asociaciones sindicales en las Fuerzas Armadas, que es tanto como decirlo en la Guardia Civil, que es cuerpo armado".

"FALTA DE TESTOSTERONA" EN EL PP

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Bono afirmó también que los invitados del PP a su toma de posesión habían comunicado esta mañana como excusa para no asistir que debían ir al odontólogo, aunque tres, que no precisó, habían tenido el "valor bastante" de decirle: "Pepe, nos han prohibido ir a tu toma de posesión".

Bono explicó que, en su discurso, tendría que haberse dirigido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y a ex ministros que no concretó, y que se encontraban ausentes.

También estaba invitado, según fuentes de Defensa, el alcalde de Toledo, José Manuel Molina, que tampoco estuvo presente. "Yo suelo decir lo que sé -continuó Bono- y suelo pensar lo que digo, esto no lo he pensado mucho, pero a los que no han podido venir por falta de testosterona, les digo que vengan cuando no les haga falta esa hormona, que en esta casa serán bien recibidos porque, además, son amigos míos".

Ruiz-Gallardón no asistió a la toma de posesión, aunque estaba anunciado en su agenda desde el viernes pasado, debido a una reunión de trabajo imprevista que surgió esta mañana, según fuentes municipales. Consultadas por si la dirección del partido le había prohibido la asistencia, precisaron que no consta prohibición ni petición alguna en tal sentido.

Aguirre declaró, a preguntas de los medios, que no le era posible acudir a este acto, convocado para las 12 del mediodía, porque "tengo que resolver otros asuntos de primera hora de la mañana" que, compromisos de su cargo, le habían obligado a aplazar. También su presencia había sido anunciada en su agenda.

Pese a estas ausencias, el acto de toma de posesión en el Ministerio de Defensa fue multitudinario y con un despliegue de medios sin precedentes en este departamento. El auditorio era de lo más variopinto: desde el cantante Raphael y su mujer, Natalia Figueroa, al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, pasando por Cándido Méndez y José María Fidalgo, el juez Baltasar Garzón, el escritor Antonio Gala, la actriz Concha Velasco o el periodista Pedro J. Ramírez.

En el plano más institucional, también asistieron amigos del nuevo ministro, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura, y Francisco Vázquez, alcalde de La Coruña; la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco; el sucesor de Bono en Castilla-La Mancha, José María Barreda, y todos los ex ministros de Defensa vivos.

De Raphael dijo que "ha venido porque quiere y porque yo quiero que esté" y que "no me avergüenzo de los que cometieron un error de adscripción cultural". Y aquí aprovechó para decir que su padre fue falangista y que "yo no soy más honrado que él".

A Fernández de la Vega le dijo que es "lo más llamativo del nuevo Gobierno", a Rodríguez Ibarra que es "un patriota" y muy "autónomo", a Blanco que "nunca se le va a reconocer el mérito que tiene", recordó a Garzón, "que tantas alegrías y disgustos ha producido", y a Pedro J. Ramírez, que tiene "una pluma bien dura y bien difícil".