El animal que se comía la pantalla

El hombre conocido como "el mejor actor de todos los tiempos", Marlon Brando, protagonizó algunas de las películas que han marcado la historia del celuloide, entre ellas, "El Padrino" o "La ley del silencio", por los que consiguió un Oscar. Su carrera tuvo sus luces, pero también sus sombras. Brandon fallece a los 80 años rodeado por la miseria y la soledad.

Marlon Brando nació en Omaha, en el estado norteamericano de Nebraska, el 3 de abril de 1924. Hijo de una actriz, su madre ejerció una notable influencia sobre el pequeño Bud, como era llamado familiarmente. Durante su niñez tuvo que trasladar su residencia en diversas ocasiones hasta que finalmente se asentó con su familia en Libertyville.

Amante del deporte, lo practicó durante su juventud, sobre todo el rugby. Su incipiente carrera se vio interrumpida por una lesión de menisco. Después llegó su expulsión de la Universidad por fumar en el gimnasio, y su ingreso en la Academia Militar de Shattuck.

Pero esta solución no termina de convencerle y abandona la carrera castrense. Antes de ayudar a su padre en la fábrica de insecticidas de la que era propietario, se traslada a Nueva York para intentarlo como actor, profesión a la que se dedicaban su madre y dos hermanas. Su primer contacto con el arte cinematográfico tuvo lugar cuando entro en el Taller Dramático de Piscator.

Durante este tiempo Brando aprendió los secretos de la interpretación por el método de Stalinslavski. Sus primeras críticas fueron positivas, aunque curiosamente en alguna ocasión fue rechazado por su físico. En 1944 tiene lugar su debut en Broadway. Con 19 años había logrado un éxito tremendo. Gracias al magnetismo de su rostro se convirtió en uno de los actores más destacados de Hollywood.

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Con la llegada de los sesenta empieza a perder popularidad entre el público. A esta época pertenecen obras como "La Jauría Humana". Gracias a la oferta de Francis Ford Coppola para intervenir en "El Padrino" Brandon vuelve a saborear las mieles del éxito y el público puede admirar de nuevo su profesionalidad en una magistral interpretación, que le valió su segundo Oscar.

Sin embargo, en la ceremonia de entrega del premio, Brando protagonizó una de las anécdotas que han hecho historia en Hollywood, al rechazar la estatuilla y enviar en su lugar a una joven vestida de india norteamericana que leyó un comunicado en protesta por la situación de esas tribus en Estados Unidos.

LA SEDUCCIÓN EN "EL ÚLTIMO TANGO EN PARÍS"

A partir de entonces, su carrera entró en un definitivo bucle de altibajos que incluyó desde trabajos puramente comerciales como "Supermán" (1978), de Richard Donner, hasta una obra maestra de la talla de "Apocalypse Now", de nuevo con Coppola, en la que encarnó a un atormentado coronel Kurtz al que erigió en símbolo de la irracionalidad de la guerra.

SOMBRAS DE UNA VIDA DE ÉXITO

La vida de Brando estuvo marcada por momentos de éxito y enormes tragedias, incluyendo el suicidio de su hija Cheyenne y el juicio por asesinato de su hijo Christian, acusado de haber matado a la pareja de Cheyenne en 1990.

Según una biografía publicada esta semana, "Brando in the Twilight", el intérprete de "Apocalypse Now" le debía al banco más de 20 millones de dólares.

Según la misma biografía, el intérprete estaba viviendo de su pensión como actor y había tenido que dejar su mansión por una habitación solitaria porque era lo único que podía pagar.

Brando confesó en una entrevista en 1990 que se hundió debido al estrés de estar constantemente bajo la mirada pública. "Sufrí mucha miseria en mi vida: ser famoso y rico", agregó.