Bruselas aprueba sin condiciones la fusión de Sony y BMG
Nace la mayor discográfica del mundo y desplaza a Universal al segundo puesto
Bruselas
La Comisión Europea ha aprobado hoy la fusión de las discográficas Sony y BMG, del grupo alemán Berltesmann, que dará lugar a la mayor compañía del mercado musical. SonyBMG, que según la decisión de Bruselas "no perjudicará a los consumidores", estará participada al 50% por las dos matrices y desplaza al puesto número dos a Universal, propiedad de Vivendi.
La participación en el mercado mundial de los dos sellos unidos, se incrementó desde el 23,4% en 2002 al 25,1% en 2003, de acuerdo a las cifras de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica). La cuota de mercado de Universal cayó del 25,4% al 23,5% del año pasado.
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Sony y BMG, que presentaron su proyecto de fusión a Bruselas el pasado mes de enero, consideran la operación un medio de afrontar la crisis del sector originada por la piratería. Un mes después de haber recibido el proyecto, la Comisión manifestó su escepticismo acerca de la viabilidad de la fusión, por lo que inició una investigación para verificar los posibles efectos de la operación en el mercado.
Hoy, la Comisión se pronuncia favorablemente sobre una propuesta del comisario europeo de Competencia, Mario Monti, quien, tras escuchar las alegaciones de las empresas, decidió no oponerse a la operación. A mediados de mayo, Monti trasladó a las compañías sus objeciones sobre el impacto de la fusión en el mercado musical, dada la reducción de cinco a cuatro en el número de grandes multinacionales en Europa -SonyBMG, Universal, Warner y EMI- y el consiguiente deterioro de la competencia.
Monti atendía así las reclamaciones de muchas discográficas independientes, que temen los daños que puedan causar la fusión en el ya concentrado mercado musical. Sin embargo, las alegaciones de Sony y BMG, tanto por escrito como en las audiencias que se celebraron los pasados 14 y 15 de junio, convencieron a la Dirección General de Competencia de que "no dispone de pruebas suficientes para prohibir la fusión o exigir concesiones a las empresas", según fuentes comunitarias.